Tucson (AZ) – Un juez federal sentenció este miércoles a cadena perpetua a un mexicano por el asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense Brian Terry en el 2010, en la frontera de Arizona, un caso que reveló detalles de la controvertida operación “Rápido y Furioso”.
El juez David C. Bury, de la Corte Federal en Tucson, Arizona, sentenció al mexicano Heraclio Osorio-Arellanes después de escuchar el testimonio de familiares de Terry, quien murió durante un enfrentamiento a tiros con un grupo de criminales en la frontera sur del país.
Osorio-Arellanes fue extraditado a los Estados Unidos en el 2018 para enfrentar cargos por la muerte de Terry, quien formaba parte de un grupo élite de agentes fronterizos que se encargaban de investigar las operaciones de grupos criminales conocidos como “bajadores”.
Estos grupos se dedican principalmente a robar y asaltar grupos de indocumentados y traficantes de drogas que operan en esta región.
Durante la noche del enfrentamiento, Terry fue tiroteado. Asimismo, varias de las armas encontradas en el lugar de los hechos fueron relacionadas con la fallida operación conocida como “Rápido y Furioso”.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) estadounidense permitió a través de esta operación que unas 2.000 armas de fuego fueran llevadas a México -donde se les perdió el rastro- como cebo para capturar traficantes.
Osorio-Arellanes fue uno de los hombres que disparó esa noche de diciembre del 2010, pero la defensa argumentó que nunca entendió el procedimiento legal en este país contra el mexicano.
“Yo creo que usted entiende muy bien la ley de los Estados Unidos, pero se niega a aceptarla”, expuso Bury a la defensa durante la sentencia.
“En los Estados Unidos, si usted toma la vida de otro ser humano mientras comete un delito, es un asesinato”, agregó el juez.
Un total de siete personas han enfrentado cargos en este caso, de los cuales cinco ya cumplen sentencias después de declararse culpables.
Solamente Jesús Rosario Favela Astorga no ha sido extraditado desde México, donde fue arrestado en el 2017.
En declaraciones enviadas a los medios, Roy Villareal, jefe de la Patrulla Fronteriza, dijo que “esta sentencia pone un momento tan doloroso más cerca de su final».
«Sirve como un recordatorio de los graves peligros que enfrentan nuestros agentes en su compromiso desinteresado con la seguridad de sus comunidades y de su país”, agregó.