San Diego (CA) – Después de casi 24 años de haber sido deportado, el veterano militar Erasmo Apodaca Mendizábal regresó a California para una audiencia que se extendió por horas con miras a la obtención de su ciudadanía estadounidense.
Apodaca, un ex infante de marina de 50 años de edad, se presentó la mañana del miércoles a una audiencia en una corte federal de San Diego donde estuvo hasta cerca de las diez de la noche, hora local, tras lo cual se espera que este jueves vuelva a Mexicali, según informó a Efe Héctor Barajas, quien apoya a militares deportados como lo estuvo él.
Las autoridades “le dieron a Erasmo un plazo de 120 días para que vuelva a presentarse a audiencia, pero le informaron que en cualquier momento le pueden dar una resolución, mientras tanto regresa a Baja California”, amplió Barajas a Efe.
En 2017, el entonces gobernador de California Jerry Brown indultó a Apodaca, a Barajas y Marco Antonio Chávez Medina, todos exmiembros de las Fuerzas Armadas y que habían sido deportado tras cumplir procesos judiciales en su contra.
Sin esos antecedentes criminales, y con ayuda de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Chávez regresó a California en diciembre de 2017, Barajas en abril de 2018 y solo queda pendiente el caso de Apodaca.
“Yo me siento confiado, tranquilo, estoy muy bien representado con la ACLU y ya el ex gobernador me ha perdonado mis faltas”, dijo Apodaca a Efe cerca del puerto de entrada a San Ysidro poco antes de dirigirse a la audiencia mediante un permiso de 72 horas que le otorgaron las autoridades federales.
Apodaca participó en la Operación Tormenta del Desierto a inicios de la década de los años 90 en Medio Oriente y en 1996 fue arrestado por ingresar al domicilio de su entonces novia, de donde sustrajo objetos por valor de 500 dólares. Purgó una sentencia de diez meses y al cumplirla fue deportado.
Desde que fue expulsado a México, el ex infante de marina vive en la capital de Baja California, en Mexicali, unas 130 millas al este de San Diego.
Barajas espera que la próxima audiencia sea definitiva y que Apodaca pueda regresar a la californiana Lancaster, de donde fue deportado.