Las Palmas de Gran Canaria (España).- La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, considera «insostenible» el ritmo al que crece la llegada irregular de inmigrantes a las islas españolas de Canarias desde las costas atlánticas de África y plantea una política que compagine la acogida de quien necesita protección internacional y la devolución del resto.
«En Canarias hay un aumento del 700 % con respecto al año pasado, creo, y eso es insostenible, por supuesto. Esa es una de las razones por las que viajé a Mauritania con (el ministro español de Interior Fernando) Grande-Marlaska, porque creo que hace falta más apoyo europeo para afrontar la situación», asegura Johansson hoy en la prensa local.
El Ministerio español del Interior publicó el viernes su último recuento de llegadas de inmigrantes a Canarias: a fecha de 30 de septiembre, 6.081 personas en 225 pateras (embarcaciones precarias) desde primeros de año, seis veces más que en 2019 (+523 %).
El aumento del 700 % a los que alude Johansson se ha dado en algunos momentos del año. Ahora, el alza se ha estabilizado en torno al 500 %, pero no porque el flujo de inmigrantes se haya atenuado, sino por un efecto estadístico al comparar con 2019, pues dos de cada tres entradas se concentraron en el tercer trimestre de ese año.
Tan solo este sábado más de cien personas llegaron a la isla de Gran Canaria o fueron localizadas cuando navegaban hacia ella, según los servicios de auxilio y emergencias.
En una entrevista que publican los periódicos «La Provincia» y «El Día», la comisaria manifiesta que está informada sobre lo que ocurre en lugares como Arguineguín (Gran Canaria), el principal puerto utilizado en las operaciones de rescate de inmigrantes en las islas.
ACOGER SOLO A QUIEN NECESITE ASILO
Johansson aboga por perseverar en el derecho de asilo, pero advierte de que ello exige también devolver a los países de origen a aquellos inmigrantes que no necesitan protección, en alusión a los que se desplazan por motivos económicos exclusivamente.
«Para ser capaces de defender el derecho al asilo -comenta-, para dar protección internacional a aquellas personas que lo necesitan, también debemos decir, y mostrar a nuestros ciudadanos, que aquellos que no necesitan protección internacional, aquellos que tengan una revisión negativa, deben regresar».
De otro modo, «no es posible defender realmente el derecho de asilo y protección», argumenta.
La comisaria europea subraya que, de hecho, su viaje con Grande-Marlaska a Mauritania también tuvo como objetivo reactivar las deportaciones a ese país, paralizadas desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
Mauritania tiene desde hace más de una década un acuerdo con España por el que acepta que le devuelvan cualquier inmigrante que llegue a Canarias, con independencia de su nacionalidad, si ha salido de su territorio o transitado por él.
Sobre este asunto, Ylva Johansson apunta que le «gustaría alcanzar una cooperación incluso más cercana entre la Comisión Europea, España y Mauritania para mejorar la ayuda, pero también la lucha contra las mafias que trafican con personas.
«Necesitamos a los migrantes, pero también necesitamos tener una forma sostenible de gestionar esto», subraya.