Washington – Cientos de niños migrantes que fueron separados de sus padres en virtud de una política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que procesaba a los adultos por ingresar indocumentados al país no podrán ser reunificados con sus familias, advirtió este jueves un comité del Congreso estadounidense.
En un informe titulado «La política de separación familiar de la Administración de Trump: trauma, destrucción y caos», el Comité Judicial, liderado por el demócrata Jerrold Nadler, repasa la implementación de la política «tolerancia cero», oficializada por el actual Gobierno en mayo de 2018, aunque ya en marcha meses antes.
«Como resultado de este oscuro capítulo de la historia de nuestra nación, cientos de niños migrantes nunca podrán ser reunidos con sus padres», señala el documento, que se conoció cuando faltan cinco días para las elecciones del 3 de noviembre, en las que Trump se juega su reelección.
El documento cita datos de la Oficina de Control de Gobierno (GAO, en inglés), según los cuales el porcentaje de los niños bajo custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) a raíz de la separación de familias era de 0,3 % en noviembre de 2016, durante la Administración del presidente Barack Obama (2009-2017).
«Para marzo de 2017 -después de que Trump asumiera el cargo en enero de ese año-, esa cifra había aumentado al 2,6 %», puntualizó el texto.
En abril de 2017, el entonces fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, dio a conocer un memorándum el que ordenaba a los fiscales federales de la frontera sur con México priorizaran el procesamiento de los delitos relacionados con la inmigración.
«Esta directiva marcó el comienzo de un cambio significativo en la política que efectivamente causaría separaciones familiares», agregó el documento, al apuntar que pese a que el Congreso había impuesto sanciones penales por la entrada -y reingreso- sin documentos al país, el Departamento de Justicia había declinado enjuiciar por estos delitos a los solicitantes de asilo, en especial a las familias.
Bajo la orden de Sessions, cuando un padre y su hijo eran detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, en inglés) tras ingresar al país sin documentos, el adulto era separado del menor y quedaba bajo custodia del Servicio de Alguaciles.
El pequeño era considerado un menor extranjero no acompañado (UAC) y enviado a la ORR.
Un programa implementado en julio de 2017 en la zona fronteriza de El Paso sirvió de piloto y en mayo de 2018 la política «tolerancia cero» se amplió a todo el país.
«Durante el programa piloto, la Administración descubrió que no podía rastrear a los miembros de la familia separados de una manera que facilitara una eventual reunificación», advirtió el texto.
Un fallo de junio de 2018 frenó la aplicación de la política «tolerancia cero» y un mes después el Departamento de Salud y Servicios Humanos identificó, de acuerdo con el informe, «2.551 niños separados cubiertos por la orden judicial».
Para agosto de ese año, 2.000 de los casi 2.600 niños identificados se habían reunido con sus padres, pero no unos 600 pequeños cuya reunificación se complicó debido a que sus padres habían sido enviados de vuelta a sus países de origen.
«Como resultado de ello, algunos niños, en particular aquellos cuyos padres fueron deportados antes de que la reunificación pudiera tener lugar, se mantienen separados de sus padres», concluyó el documento.
La semana pasada, un grupo de abogados designado por un tribunal federal para reunir a pequeños inmigrantes con sus familias admitió que no ha podido localizar los padres de 545 niños separados a la fuerza de sus parientes indocumentados entre 2017 y 2018.
Sobre el tema, Tim Murtaugh, director de comunicaciones de la campaña de Trump, aseguró el pasado viernes que la reunificación de más de 500 niños inmigrantes separados de sus familias «no es tan simple» e indicó que, en muchos casos, son los padres quienes no quieren que sus hijos sean devueltos a sus países de origen.