Washington – En el periodo fiscal 2019 los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos encontraron los restos de unos 300 migrantes que no han sido identificados y perecieron en la travesía clandestina, la cifra más alta desde 2017, informó la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
«Como consecuencia de la covid-19 el número de migrantes tratando de cruzar ilegalmente a Estados Unidos (desde México) se ha reducido; sin embargo, el peligro sigue siendo inminente para aquellos que intentan la arriesgada travesía», indicó la agencia.
En el año fiscal 2020, que concluyó el pasado 30 de septiembre, los agentes de CBP detuvieron 458.088 personas que habían cruzado el límite con México de manera ilegal. Esto representa una disminución de 53 % en relación con las 977.509 capturas en el año anterior.
Desde 2000 y en tan solo la Oficina del Médico Forense del Condado Pima (Arizona) se recogieron los restos de 3.081 migrantes muertos en la travesía, y al 31 de diciembre de 2019, 1.111 restos mortales permanecían sin ser identificados.
En el verano de 2019, cientos de miles de migrantes, en su mayoría procedentes de América Central y México, llegaron a la frontera sur de Estados Unidos. Muchos de ellos se presentaron en los puertos de ingreso a las autoridades solicitando asilo, pero una cifra no determinada de migrantes ingresó por sitios agrestes guiados por los «coyotes».
“Cada muerte de una persona indocumentada en mi condado es una tragedia para los derechos humanos”, declaró Mark Napier, alguacil del Condado Pima. “En 2020 romperemos todos los récords de cuerpos recuperados, siendo cada uno el hermano de alguien, el padre, hijo o madre».
«Mi departamento dedica muchos recursos en recuperaciones de cadáveres», agregó. «Cada sitio debe ser tratado como escena de un crimen muy frecuente en zonas muy remotas”.
De acuerdo con CBP la mayoría de los restos mortales de migrantes no identificados fluctúan entre los 50 y 89 años de edad. Los migrantes que cruzan clandestinamente lo hacen por sitios desérticos y montañosos y corren un gran riesgo de perecer por deshidratación y exposición al sol durante el día, las bajas temperaturas en la noche, y el hambre o abandono de los contrabandistas a quienes han pagado por la guía.
“Todavía tenemos entre 800 a 850 que no han sido identificados», informó en un vídeo Gregory Hess, director del Forense del Condado Pima. “Muchos a los que llamamos no determinados son personas que murieron por insolación, quienes quizá no tuvieron agua disponible».
El informe señala que en el año fiscal 2019, 41 % de los restos identificados fueron de nacionalidad guatemalteca, seguidos por 37 % de mexicanos, 10 % de salvadoreños, 4 % de hondureños, 4 % de ecuatorianos, uno de nacionalidad india y un nicaragüense.
«Sin embargo, la tendencia histórica desde el año 2000 indica que más del 80 % de los restos mortales de migrantes no identificados han sido nacionales de México.