Washington – El Gobierno de Estados Unidos ha multiplicado sus anuncios en varios idiomas en Brasil y Centroamérica para enviar el mensaje de que «la frontera está cerrada» y los migrantes indocumentados no deberían tratar de llegar a su país, aseguró este lunes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
«Hemos colocado aproximadamente 17.118 anuncios de radio en Brasil, El Salvador, Guatemala y Honduras desde el 21 de enero, en español, portugués y seis idiomas indígenas», dijo Psaki en su rueda de prensa diaria.
Esos anuncios se han emitido en 33 emisoras de radio y han llegado a una audiencia de aproximadamente 15 millones de personas, y se suman a otra estrategia por la que el Gobierno estadounidense ha hecho llegar el mismo mensaje a usuarios de Facebook e Instagram «que encajaban en el perfil de posibles migrantes», explicó.
En total, los anuncios en las redes sociales han obtenido «más de 73 millones de visualizaciones en los países» a los que se quería llegar, aseguró la portavoz.
En El Salvador, la Casa Blanca también ha colaborado en la difusión de «un cómic y un programa de animación» que han llegado a por lo menos 240.000 salvadoreños jóvenes para «disuadirles» de emprender sin documentos el viaje a Estados Unidos, agregó.
El objetivo es «comunicar claramente que este no es el momento de venir, que nuestras fronteras no están abiertas», recalcó la portavoz del presidente estadounidense Joe Biden.
Psaki detalló esas cifras en un momento en el que aumentan las críticas al Gobierno de Biden por la llegada masiva de menores y familias indocumentadas a la frontera sur de Estados Unidos, que han saturado los centros de detención estadounidenses.
Algunos comentaristas de Estados Unidos achacan esa oleada de migrantes a un fracaso de Biden a la hora de comunicar eficazmente su mensaje de que no dará la bienvenida a los indocumentados, mientras que otros la atribuyen más bien a la desesperación de muchos en Centroamérica tras el paso de dos huracanes.
La Casa Blanca envió este lunes a una delegación de alto nivel a México y Guatemala para trazar un plan que permita contener la inmigración irregular, pero todavía se resiste a describir la situación en la frontera como una «crisis».
«Que lleguen niños a nuestra frontera que huyen de la violencia, que huyen de persecución, de situaciones terribles… Eso no es una crisis. Sentimos que es nuestra responsabilidad hacer frente de forma humana a estas circunstancias», dijo Psaki.
La portavoz admitió que muchas de las instalaciones donde el Gobierno mantiene detenidos a los menores indocumentados «no están hechas para niños» y su objetivo es sacarles cuanto antes de allí.
Psaki reaccionaba así a la publicación por parte del congresista demócrata Henry Cuellar de una serie de fotografías tomadas en un albergue de la Patrulla Fronteriza en la localidad de Donna (Texas) y que muestran, según él, las «condiciones terribles» en las que se encuentran miles de menores migrantes.