Ciudad de Guatemala – El Gobierno de Guatemala anunció este lunes un estado de prevención en cinco de los 22 departamentos del país para contener la posible llegada de una caravana migrante de hondureños anunciada para esta semana.
El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en conjunto con el vicepresidente, Guillermo Castillo, y el consejo de ministros de Estado, firmaron el decreto gubernativo 3-2021 que ordena el estado de prevención ante el «riesgo de desplazamiento de grupos de personas con características de migrantes».
Los indocumentados «cruzarán las fronteras del país hacia los departamentos de Izabal (noreste), Zacapa, Chiquimula y El Progreso (este) y Petén (norte)» sin cumplir con «los requisitos legales que se exigen por parte de las autoridades migratorias, ni con las medidas sanitarias» relacionadas con la COVID-19, puntualiza el decreto.
La llegada de la caravana migratoria prevista «generaría crisis de seguridad ciudadana ante su ingreso al país o circulación dentro del mismo, agravando la emergencia sanitaria epidemiológica relacionada», precisó la normativa, que se publicará el martes en medios oficiales.
De acuerdo al Gobierno, la caravana migrante y la pandemia podrían poner en «peligro a la población y autoridades de Guatemala, inclusive a los propios migrantes a quienes también se les debe proteger».
El estado de prevención en los cinco departamentos estará vigente desde este martes por un plazo de 15 días, tiempo en el que se limitarán celebraciones al aire libre, manifestaciones y espectáculos.
El decreto facultará a la fuerza pública para disolver «toda reunión, grupo o manifestación que se lleve a cabo sin autorización».
También quedarán prohibidas » la circulación o estacionamiento de vehículos en lugares, zonas y horas que afecten o puedan poner en riesgo la vida y la seguridad de las personas, así como el funcionamiento de los servicios públicos», según el documento.
El Gobierno ordenó a la Academia de Lenguas Mayas a traducir el decreto en los idiomas q’eqchi’, garífuna, pocomchi’, ch’orti, itza’, mam y mopan.
En enero pasado, las fuerzas de seguridad guatemaltecas bloquearon el paso en Chiquimula (este) a una caravana migratoria de unos 6.000 hondureños y disolvió por la fuerza al grupo, que se vio obligado a huir a los poblados cercanos y regresar a su país.
Otros 3.000 hondureños intentaron seguir por otra ruta en ese momento, pero las autoridades guatemaltecas también lograron diluir su paso hacia México y Estados Unidos.
El objetivo de los migrantes hondureños es llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota, que tocaron tierra en noviembre de 2020.