Washington – El Departamento de Salud (HHS) afirmó hoy que no cerrará centros en Texas donde se alojan migrantes menores de edad después que el gobernador de ese estado, Gregg Abbott, anunció este martes la revocación de las licencias de los operadores de albergues.
Abbott, un republicano, ordenó el martes a las agencias que regulan el cuidado de los menores de edad que cancelen las licencias de las instalaciones donde el Gobierno federal alberga a miles de niños migrantes que cruzaron la frontera ilegalmente.
En Texas operan actualmente 52 residencias licenciadas bajo contratos con la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, una dependencia de HHS que toma a su cargo los menores detenidos por la Patrulla de Fronteras.
La orden de Abbott, que esta semana declaró el estado de emergencia en la zona fronteriza por la llegada de miles de inmigrantes indocumentados, implica que en unos tres meses esas instalaciones dejarían de atender a menores de edad porque carecen de licencias estatales que las califiquen como aptas para los contratos con el gobierno federal.
«La mayor prioridad de HHS es el cuidado y la salud de los niños bajo nuestro cuidado», indicó HHS en un mensaje Twitter. «Estamos evaluando la orden de Texas relacionada con las instalaciones autorizadas para dar cuidad a los menores no acompañados, y no tenemos la intención de cerrar instalación alguna como resultado de esa orden».
Mario Carrillo, jefe de campañas de America’s Voice en Texas, dijo que la prioridad debe ser la «seguridad de cada niño que busca asilo o refugio».
«La prioridad del gobernador Abbott es su propia carrera política», añadió. «Evidentemente, Abbott no se preocupa por el bienestar de los niños que buscan asilo».
El Departamento de Salud informó que tiene actualmente bajo su custodia a 17.042 menores de edad en centros de albergue en diferentes partes del país. Otros 546 niños y niñas están bajo custodia de la Patrulla de Fronteras que ha de transferirlos a HHS dentro de un plazo de 72 horas desde su detención.