Nueva York – El Senado de Nueva Jersey, de mayoría demócrata, aprobó este jueves el proyecto que pone fin a la relación de este estado con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), una victoria que celebran familias de detenidos y los grupos que por años han reclamado el cierre de esas instalaciones.
La Alianza de Nueva Jersey para la Justicia de Inmigrantes (NJAIJ en inglés) calificó de » histórica» la aprobación de la propuesta en el Senado y en la Asamblea el pasado lunes, que prohíbe nuevos acuerdos, renovar o ampliar contratos con ICE y han hecho un llamado al gobernador Phil Murphy a que la convierta en ley en momentos en que se celebra en junio el Mes de la Herencia del Inmigrante.
ICE ha mantenido por años millonarios contratos con los condados de Bergen, Hudson y Essex donde han detenido a miles de inmigrantes que han denunciado condiciones inhumanas en dichas cárceles. También tiene contrato con una instalación privada en Elizabeth.
La Alianza destacó en un comunicado que de convertirlo en ley, convertiría a Nueva Jersey en el primer estado en el Este que prohíbe los contratos de detención con ICE y de esa forma se uniría a California, Illinois y Washington que también limitan o prohíben dichos acuerdos.
«Esta es una noticia tan maravillosa. Desearía que mi esposo y mi hijo pudieran estar conmigo, pero sé que Dios tenía otros planes», dijo Noemi Peña, cuyo esposo e hijo fueron detenidos por ICE.
«Estoy muy feliz de haber sido parte de la comunidad que hizo que esto sucediera y oro para que esto signifique que solo vendrán cosas buenas para otras familias inmigrantes como la mía en el estado», dijo Pérez en el comunicado.
Su esposo fue detenido y deportado y su hijo, Marvin Peña, estuvo en el centro del condado de Bergen y fue trasladado a la instalación de Batavia, al norte del estado de Nueva York.
Carlos Sierra, un refugiado político que estuvo dos años en el centro de ICE en Nueva Jersey, aseguró que no sólo significó sufrimiento para él, sino también para su familia.
«Soy una prueba viviente del sufrimiento, el aislamiento y las privaciones que se producen a causa de la detención. Se me negó la atención adecuada y la adaptación de mis creencias religiosas, el tiempo para prepararme para mi caso y tuve que representarme a mí mismo», recordó Sierra, estudiante de derecho y activista con First Friends of New York.
La coalición de organizaciones recordó que el pasado octubre ICE solicitó información con miras de ampliar su capacidad de detención en Nueva York y Nueva Jersey con entre 900 y 1.800 camas.
«La rápida aprobación del proyecto esta semana exige que la oficina del gobernador lo apruebe con urgencia» dijo Amy Torres, directora ejecutiva de la Alianza.
Aseguró que la nueva ley posicionaría a Nueva Jersey como líder nacional «uniéndose sólo a otros tres estados que han dado la espalda a los acuerdos de crueldad con fines de lucro de ICE».
«La prohibición en todo el estado confirmaría el mensaje que continúa elevándose a nivel local: beneficiarse del dolor y la separación familiar contradice los valores de Nueva Jersey», señaló.