Tegucigalpa – El Conversatorio Regional Migratorio concluyó este miércoles con el reconocimiento de que el alto flujo de migrantes a Estados Unidos es un tema de responsabilidad compartida de los países de origen, tránsito y destino, y que requiere de una atención integral de parte de los involucrados.
El conversatorio, que empezó el pasado lunes, organizado por Honduras, incluyó participaciones virtuales y presenciales de cancilleres y vicecancilleres de Centroamérica y México en su tercera y última jornada.
Este conversatorio que forma parte de los esfuerzos que realiza el Gobierno de Honduras, desde 2014, para frenar el flujo migratorio que pasa y sale del país, concluyó después de tres jornadas en las que participaron la Fuerza de Tarea de Atención al Migrante y organismos internacionales como CEPAL, ONU, ACNUR, OIM y UNICEF, entre otros.
Además de la Primera Dama, Ana García de Hernández, en esta tercera y última jornada participaron en el conversatorio el secretario de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras, Lisando Rosales, así como el ministro de Relaciones Exteriores de Belice, Eamon Harrison Courtenay.
También, la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Érika Mouynes, y el vicecanciller para Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, Chistian Gullermet Fernández.
Asimismo, integraron el cuadro de panelistas el viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Hernández Recinos, y el subsecretario de Relaciones Exteriores de México para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
Migración por sueños y esperanzas
La Primera Dama hizo un llamado para atender a los migrantes de la mejor manera posible, ya sea en sus países de origen o de tránsito, porque «cuando hablamos de migración hablamos de sueños, esperanzas e ilusiones de miles de migrantes que buscan contar con mejores condiciones de vida”, y por eso se han visto obligados a migrar, incluso en un momento en que los flujos son muy altos, en especial de niños, grupos familiares y niños no acompañados.
«Como gobiernos, estamos en la obligación de ayudar y tratar a los migrantes de la mejor manera posible, sabiendo que estamos tratando con seres humanos que necesitan de la atención integral que les permita mejorar sus condiciones de vida, o de movimiento, en el lugar que estén», dijo García de Hernández.
Comentó que el conversatorio ha permitido coincidir en criterios similares de entender la responsabilidad compartida y la necesidad de atender a los migrantes de manera integral, ofreciendo oportunidades para que puedan tener mejores condiciones de vida en sus lugares de origen o un trato digno en los países por donde transitan en su peligroso viaje.
Migración ordenada, segura y regular
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Lisandro Rosales, se hace necesario entender que la migración es un derecho, pero cuando se realiza de manera irregular conlleva riesgos, incluso de pérdida de vidas y daños para los que emprenden el viaje, y por eso se trabaja en la generación de oportunidades para que los hondureños puedan cumplir sus sueños en el país.
Rosales destacó que, pese a los esfuerzos del Gobierno por frenar los flujos migratorios, la migración sigue siendo una tarea que necesita mucha atención e inversión, para ofrecer una vida digna a los que tienen el objetivo de trasladarse a otra nación.
«Se trata de encontrar armonía y combatir la desigualdad para que la migración no se realice de manera masiva como ha sucedido en los últimos años; la migración ha incrementado en la región y hoy no solo es un punto que atañe a Honduras o los países de Centroamérica», comentó.
El funcionario afirmó que se debe trabajar en un proceso de migración que se lleve a cabo de manera segura, ordenada y regular, y en esos tres puntos están encaminados los esfuerzos de Honduras en favor de los migrantes.
Responsabilidad compartida
El ministro de Relaciones Exteriores de Belice, Eamon Harrison Courtenay, señaló al problema de la desigualdad como uno de los detonantes principales de la migración, además de asegurar que el movimiento masivo de personas por la región tendrá una tendencia a la baja cuando se ofrezcan oportunidades para mejorar las condiciones de vida de todos aquellos que sienten la necesidad de migrar y buscar mejores oportunidades fuera de su tierra.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores de México, Maximiliano Reyes Zúñiga, aseguró que hay flujos regulares masivos de migrantes y estos presentan un importante reto debido a su nivel de complejidad.
Destacó que México en los últimos años ha pasado de ser un lugar de tránsito a un país de destino, y por eso es un deber trabajar de manera conjunta con el resto de países para afrontar este movimiento masivo de personas.
Para la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes, la migración no se va a acabar, es un fenómeno que siempre estará presente en el ambiente y por eso es necesario buscar los mecanismos que permitan montar un esquema migratorio ordenado, seguro y regular, con una responsabilidad compartida por parte de los países de origen, tránsito y destino.
Mouynes indicó que en Panamá están recibiendo grandes flujos de personas migrantes, incluso de otros tres continentes, lo que demuestra que el problema de migración es un tema que debe ser abordado a nivel regional y mundial, en el interés de los países incluidos en la ruta migratoria.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Christian Guillermet Fernández, señaló que el problema sanitario generado por la pandemia por covid-19 ha sido un detonante importante para alimentar ese alto flujo de migrantes, así como la desigualdad y los problemas económicos, razones por las que se hace necesario contar con una atención integral, una respuesta integral y con la consigna de la responsabilidad compartida.
Por último, el viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Hernández Recinos, dijo que se hace necesario afrontar este tipo de problemas desde una perspectiva de responsabilidad compartida, además de trabajar de manera extensa en las campañas y programas que permitan frenar los flujos migratorios irregulares que se han observado en los últimos años.