Barcelona (España).- Activistas de la plataforma Stop Mare Mortum levantaron este domingo un simbólico muro de alambre en la ciudad de Barcelona (noreste) para denunciar los «miles de muertos» anuales provocados por el «blindaje terrestre y marítimo» de las fronteras de la Unión Europea para impedir el paso a migrantes y refugiados.
Bajo el lema «Por una Europa de los derechos humanos, desmontemos los muros visibles e invisibles», los activistas montaron también tiendas de campaña para simbolizar los campos de refugiados en el Mediterráneo y un mapamundi que señala las distintas zonas fronterizas del planeta donde se han construido muros para impedir el paso a los migrantes.
Entre las alambradas que evocan las fronteras del Mediterráneo, se desplegó un cartel con dos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos que proclama que todas las personas tienen derecho a «circular libremente» y a «buscar asilo en otros países» en caso de persecución.
A lo largo de toda la mañana, en el escenario instalado junto al simbólico muro de alambre se sucedieron charlas sobre los «retos de la regularización», la situación de los refugiados en la otra orilla del Mediterráneo y la militarización de fronteras.
En la inauguración y clausura del acto se leyó un manifiesto que denuncia la vulneración «día tras día» de los derechos humanos en las fronteras de la Unión Europea, convertida, según la plataforma, en una «máquina de represión y muerte».
«Mientras expolia y bombardea a los países del sur global, construye muros visibles para detener el éxodo que ella misma provoca, con miles de kilómetros de hormigón, vallas y alambradas», prosigue el manifiesto.
Stop Mare Mortum denuncia además los «muros invisibles que niegan derechos básicos» a personas «sin papeles» que viven dentro de las fronteras comunitarias: «Quedan todavía miles de niños sin identificar en Ceuta o en Canarias, miles de personas en nuestras ciudades sin la renta básica garantizada ni ningún apoyo social», reza el manifiesto.
Por ese motivo, la plataforma exige que se reconozca el derecho a migrar, vías «legales y seguras» para hacerlo, no «criminalizar la solidaridad» y garantizar el acceso de las personas migrantes y refugiadas a los derechos sociales.
La plataforma organizó actividades reivindicativas similares en otras localidades de Cataluña.