Tegucigalpa – “Ya le tenía la promesa a mi madre, ni termino de contar los milagros que me ha hecho mi madrecita santísima Virgen; ¡sí yo le lloró de emoción a mi madre de lo linda que es mi madrecita que nos quiere a toda nuestra Honduras y nos ha cuidado mucho de toda esta pandemia!”, dijo visiblemente emocionada doña María Cirila Pineda Méndez, mientras avanzaba de rodillas hacia el altar para venerar a Santa María de Suyapa.
– Que proteja a los migrantes otra petición de los feligreses a la madre.
Doña Cirila, de 49 años compartió con Proceso Digital, que salió en horas de la madrugada de La Esperanza Intibucá, porque le había prometido a Dios Padre y a la Virgen de Suyapa, una romería, porque le permitió a su hijo graduarse de ingeniero, pero ese es uno de los tantos milagros que la virgen le ha concedido aseguró.
Entre su agradecimiento doña Cirila también pidió a la virgen protección por la pandemia e iluminación para la presidenta Xiomara Castro.
“Le pedimos a nuestro Señor Jesucristo y a la virgencita que sea ella quién le toque el corazón mi madre de Suyapa a esa gobernanta” expresó denotando gran devoción en sus palabras.
Vengo a poner un alumbradito para que nos cuide la virgencita
La emoción acompaña el testimonio de doña María Domínguez, de 63 años de edad, procedente de la zona occidental del país, quien relató que por décadas ha mantenido la tradición de venir a rendir tributo a la patrona de Honduras, costumbre que solo se ha visto interrumpida por la pandemia.
“Vengo a poner un alumbradito (vela), vengo a dejar una ofrenda para que nos cuide la virgencita de Suyapa de esta epidemia que tenemos y que ya vamos sobre dos años entonces la virgencita nos va a cuidar ella nos va a proteger”, exclamó.
De inmediato sin perder su alegría por estar en la casa de la madre, se regocija al contestar la pregunta ¿si la virgen le ha cumplido algún milagro?
“La virgencita es milagrosa” siempre nos protege.
Pide por los migrantes
Doña María, relató a Proceso Digital que es madre de once hijos seis mujeres y cinco varones, y varios nietos, y muchos de ellos han tenido que migrar del país unos hacia Estados Unidos otros a España.
“Yo Le prometí a la virgencita que iba a venir todos los años a ponerle un alumbradito una ofrenda por mis hijos que unos están en los Estados Unidos, mis nietos y dos hijas que tengo en España trabajando y mi nieto también, por los migrantes vengo a poner ese alumbradito para que me los cuide y me los proteja de toda dificultad”, manifestó.
Aquí estamos rindiéndole tributo a la virgen
Este jueves 3 de febrero don Marco Tulio Midence cumple 76 años, y viajó desde Villanueva Cortés, para rendir tributo a la madre Suyapa, agradecer los milagros y pedir por el fin de la pandemia y protección para Honduras.
“He venido el día de hoy a cumplir una promesa la cual se me cumplió, antes de la pandemia estuve viniendo tres años consecutivos siempre pidiéndole a la Virgen de Suyapa”.
“Aquí estamos pidiéndole a la Virgen de Suyapa que nos conceda que esta pandemia terminé muy pronto para liberar a nuestro pueblo de esa terrible enfermedad, con la pandemia nos retiramos la mayoría de la población y volvemos nuevamente a rendirle tributo a nuestra patrona y agradecerle todo lo que ha hecho”.
No obstante, don Marco Tulio, recordó que la población también debe poner de su parte y cuidarse siguiendo las medidas de bioseguridad.
Asimismo, dijo que Dios y la virgen permitieron la liberación del gobierno anterior y ahora toca pedir por las nuevas autoridades.
En busca de solidaridad
Por su parte don Rubén Corea Pérez, abuelo del niño Edwin José, además de visitar a la virgen y pedir su milagro llegó en busca de solidaridad de quienes también visitan la basílica menor de Suyapa, ya que su nieto está muy enfermo debido a una neumonía que le ha dejado, serias secuelas, por lo que busca ayuda económica para costear gastos médicos, con la esperanza que la virgen toque los corazones.
Merecida gala a la patrona de Honduras
Hoy Honduras está de fiesta este 2022, se celebran los 275 años de hallazgo de la Virgen de Suyapa y la Iglesia hondureña, y la devoción de los feligreses que acostumbran a llegar al santuario desde los lugares más recónditos del país a venerar a la madre luego de las restricciones por la pandemia han reiniciado tímidamente la peregrinación.
Este año aún estamos en pandemia y hay que respetar las medidas de bioseguridad para evitar contagios masivos entre los fieles, por ello se determinó que este año tampoco se ubicaron campamentos.
No obstante, respetando los protocolos de bioseguridad se han flexibilizado un poco las visitas y este año se desarrolló la novena y el día de ayer miércoles y este jueves se celebran eucaristías cada hora durante todo el día y si la Basílica resultara insuficiente se celebran misas simultáneas en la iglesia San Judas Tadeo y en la ermita, dio a conocer el padre Rodolfo Varela.
El sacerdote también invitó a todos los feligreses a seguir llegando, durante todo el mes de febrero, para que no haya aglomeraciones.
Recordando
Un sábado del mes de febrero de 1,747 hace 275 años, dos niños labradores que trabajaban en los campos de don Juan José Lozano, en la montaña de El Piliguín pernoctaron a orillas de una quebrada pedregosa y muy cerca de un ojo de agua porque la noche les sorprendió cuando se dirigían a la aldea donde vivían, fue cuando encontraron la imagen de Suyapa, a unas tres leguas de distancia.
El historiador Nahum Valladares y Valladares, relató que Alejandro Colindres Caraballo de 11 años y Lorenzo Martínez Calona, fueron esos dos niños que Dios escogió para que, en aquella noche tachonada de estrellas, encontraran una pequeña imagen tallada en madera oscura de la Inmaculada Concepción de María la que a la mañana siguiente entregaron a la madre de Alejandro la mestiza Ana Caraballo que se encontraba con su hija de 12 años María Isabel Colindres.
Desde entonces muchos datos históricos se pueden recabar sobre la evolución de la casa de la virgen de Suyapa, anotó Valladares, pero resumiendo; por espacio de 34 años, la que hoy conocemos como la Ermita, fue el Santuario donde la morenita virgen del Piligüïn recibió la devoción de los hondureños hasta que en 1957 se inauguró el Santuario Nacional que su Santidad el Papa Francisco la elevó a Basílica Menor en septiembre del 2015, misma que hoy se viste de gala para celebrar el 275 cumpleaños de la patrona de Honduras.