Buymbura.- Más de 60.000 refugiados de Burundi que huyeron a otros países de la región por la inestabilidad política y la violencia regresaron voluntariamente a sus hogares este año, informó hoy la portavoz de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Shabia Mantoo.
“ACNUR está trabajando con los refugiados para garantizar que la decisión de regresar a sus hogares es voluntaria, libre e informada, y que la repatriación se está llevando a cabo en condiciones seguras y dignas”, destacó en un comunicado difundido hoy esta agencia de la ONU.
Según ACNUR, convoyes con alrededor de 1500 personas llegan de manera semanal al país, originarios de Tanzania -de donde provienen cerca de la mitad de esos 60.000- Ruanda, la República Democrática del Congo (RDC), Kenia y, desde principios de octubre, también desde Uganda.
Este lunes llegaron a esta pequeña nación centroafricana desde Uganda 342 personas refugiadas, confirmó ACNUR.
A mediados de 2015, el presidente burundés Pierre Nkurunziza -en el poder desde 2005 hasta su fallecimiento por un ataque al corazón en 2020- anunció que se presentaría a un tercer mandato en contra del límite fijado en la Constitución.
Esta decisión desencadenó protestas populares, fuertemente reprimidas por la policía, que dejaron cientos de muertos y medio millón de desplazados, según la ONU, además de un intento fallido de golpe de Estado en mayo de aquel año.
Entonces, Nkurunziza inició una campaña de coacción violenta con ataques brutales y selectivos contra sus opositores, en connivencia con las fuerzas de seguridad, los servicios de inteligencia y la milicia juvenil estatal Imbonerakure.
Ahora, a pesar de una mejora significativa de la seguridad en Burundi, 270.000 refugiados de esta nación del este de África aún permanecen en otros países de la región, como Tanzania, Uganda, Ruanda, la RDC, Kenia, Mozambique, Malaui, Sudáfrica y Zambia, según datos de ACNUR.
Según esta agencia, desde 2017, cuando empezó el programa de retorno voluntario, más de 180.000 refugiados burundeses han vuelto al país, especialmente desde junio de 2020, después de la celebración de elecciones presidenciales en mayo de ese año.
Nkurunziza aseguró entonces que no concurriría a esos comicios, pero sus intenciones estaban poco claras por la promulgación de una nueva Constitución en 2018 que eliminaba el límite de mandatos y allanaba el camino para que pudiera seguir en el poder hasta 2034.
Finalmente, confirmó que no se presentaría a las elecciones, en las que logró la victoria el candidato oficialista Évariste Ndayishimiye, también del gobernante Consejo Nacional por la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD)