Tegucigalpa – Los albergues que dan hospedaje a los cientos de migrantes que han llegado en las últimas semanas a la ciudad oriental de Danlí en el departamento de El Paraíso se encuentran colapsados.
Así lo informó la representante de la Red de Promotores y Defensores de Derechos Humanos, Kenia Zerón, quien enfatizó que la problemática continúa siendo la misma, la incapacidad de pago de una sanción administrativa que impone el Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes no pueden pagar la sanción administrativa de 4 mil 782.66 lempiras (casi 200 dólares), expuso la defensora de derechos humanos.
Ante la incapacidad de pago, la acumulación de migrantes en esa ciudad ha sido la consecuencia.
Dos albergues fueron habilitados en el sector, uno administrado por la Iglesia Católica y otro por la Sociedad Civil.
Los mismos ya se encuentran colapsados y los migrantes continúan llegando a este sector del territorio hondureño que colinda con el país vecino Nicaragua.
Zerón acusó que las autoridades del INM no se han hecho presente y desde Tegucigalpa solo envían comisiones que no pueden tomar las decisiones del caso.
Sin embargo, razonó que son los diputados del Congreso Nacional quienes deben actuar al respecto y derogar ese artículo de la Ley de Migración de Honduras que establece el pago de la sanción administrativa por ingreso irregular al territorio nacional.
Cabe señalar que un equipo de Proceso Digital viajó recientemente a la ciudad de Danlí y constató que la incapacidad de pago de los migrantes provoca que deban permanecer por días en el lugar hasta completar los recursos y saldar la deuda.
Migrantes de diversas nacionalidades calificaron de ilógica la sanción ya que en muchos de los casos ni siquiera salen de sus países con esa cantidad de dinero.
En los casos de migración de núcleos familiares la situación se torna más difícil ya que deben realizar el pago individual de cada adulto, es decir una pareja deberá cancelar más de 400 dólares para poder continuar su travesía por el territorio hondureño.
Honduras es un paso obligado para miles de migrantes que cada año buscan llegar de forma irregular al norte de América.