Tegucigalpa – El pasado 13 de octubre de 2018 cuando cientos de hondureños decidieron emprender en caravana la ruta migratoria desde la norteña ciudad de San Pedro Sula, no imaginaron que su acción encontraría eco posteriormente no solo en su país sino también en Sudamérica donde hoy se prepara una nueva caravana que cruzaría Centroamérica en los próximos días.
-Desde octubre de 2018, los migrantes hondureños han optado por iniciar la travesía en caravana.
Esta nueva tendencia en los flujos migratorios supuestamente, según información del gobierno de Guatemala, tendrá una réplica en América del Sur, específicamente en Colombia desde donde más de 30 mil migrantes emprenderían la travesía en los próximos días.
Sin embargo, aunque no es nada de lo que los hondureños estén orgullosos, en este país donde se originó esta forma de emigrar masiva y públicamente.
En el pasado reciente los migrantes buscan atravesar las fronteras en la sombra, solitarios y en el anonimato, con el objetivo de no ser percibidos por las distintas autoridades, ahora buscan lo contrario pero el mismo objetivo de lograr una mejor vida en un país extranjero.
Primeras caravanas
La primera caravana que logró aglutinar más de ocho mil migrantes se originó en la ciudad de San Pedro Sula, la segunda más importante en el país por su poder económico y político.
Luego una segunda caravana partió desde la misma ciudad el 14 de enero del presente año, desde entonces otros grupos menores también han emprendido la travesía.
Un informe enviado a la Cámara de Diputados de México por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que las tres caravanas de migrantes que ingresaron a México fueron conformadas por más de 11 mil 500 migrantes, la mayoría de nacionalidad hondureña.
En ese sentido, el informe de la CNDH subraya que, en total, en las tres caravanas migrantes accedieron a nuestro país más de 11 mil 500 personas procedentes de Honduras y El Salvador.
El informe detalla que la primera caravana migrante estaba conformada por siete mil personas principalmente de hondureños; el segundo contingente estaba conformado por dos mil 500, principalmente también por hondureños. Y la tercera caravana se integró por un contingente superior a las dos mil personas, pero ahora predominantemente de salvadoreños.
Réplica
Tras conocerse de estos flujos originados en Honduras, migrantes de otras nacionalidades, principalmente de Cuba y África, buscan replicar la acción y aún más superara en número la organización de estos, según ha revelado el guatemalteco Mario Duarte, secretario de Inteligencia Estratégica del Estado (SIEE).
El funcionario guatemalteco afirmó durante una entrevista con el canal Fox News que una supuesta caravana se está formando en Colombia y planearía cruzar Centroamérica y México hasta llegar a Estados Unidos, según informó el diario Prensa Libre, en su versión digital.
Además, el funcionario aprovechó para afirmar que las caravanas que han salido, por lo menos cuatro de Honduras y dos de El Salvador, están impulsadas con intereses políticos y que esos migrantes han sido utilizados como herramienta y arma política.
“Desafortunadamente los organizadores de estas caravanas pusieron a los bebés, niños y mujeres al frente”, cuestionó Duarte.
Añadió que estas caravanas y la que estaría formándose suponen una crisis para el gobierno guatemalteco, aunque indicó que tres mil policías y militares responderían para frenar la inmigración irregular.
Esta nueva caravana estaría conformada principalmente por migrantes cubanos, venezolanos y africanos.
Trump reacciona
Ante lo flujos migratorios desde Centroamérica y con el objetivo de llegar a Estados Unid, el presidente Donald Trump ha reaccionado y ha emprendido una serie de acciones como decretar una emergencia nacional para poder acceder fondos que destinaría a la construcción un muro antiinmigrante en la frontera que divide su país con México.
Esta semana el mandatario estadounidense citó hoy una supuesta “invasión” al país con “drogas y tráfico de personas” para justificar su recurso a una declaración de “emergencia nacional” y reunir así unos 8 mil millones de dólares para financiar la construcción de un muro en la frontera con México.
“Hoy voy a firmar una emergencia nacional (para conseguir fondos para el muro) (…) porque estamos hablando de una invasión de nuestro país con drogas, con tráfico de personas”, dijo Trump en una declaración ante los periodistas en la Casa Blanca.
“Tenemos la oportunidad de acercarnos a 8 mil millones de dólares, y con eso vamos a construir mucho muro”, prometió.
¿Qué es una emergencia nacional?
Es una declaración que otorga temporalmente al presidente un poder especial para hacer frente a una crisis. La ley de Emergencias Nacionales de 1976 autoriza a los mandatarios a declararla, pero establece pocos parámetros. Solo hay dos condiciones: el presidente solo puede usar prerrogativas que ya le haya otorgado el Congreso, y tiene que precisar cuáles son.
Por tanto, “Trump tendrá que especificar qué herramientas planea usar, bajo su decreto de emergencia, para conseguir los fondos para el muro”, presumiblemente desviándolos de otras partidas presupuestarias, explicó el profesor de Gestión Política de la Universidad George Washington, Matthew Dallek.
La ley permite emitir esa declaración cuando el país está “amenazado por una crisis, exigencia o circunstancias de emergencia” que no sean guerras o desastres naturales, según un informe de 2007 del servicio de investigación del Congreso.
Algunos expertos creen que la autoridad ejecutiva del presidente no tiene límites, pero otros, como Dallek, opinan que esa medida “no tiene precedentes” y genera serias dudas legales, porque “esquiva al Congreso y usurpa el poder (prerrogativa)” exclusivo de la rama legislativa para determinar los presupuestos del Gobierno federal.
Fondos
Según la Casa Blanca, el recurso de Trump a esa medida ejecutiva le permitiría desviar 6 mil 600 millones de dólares en otras partidas presupuestarias de los Departamentos del Tesoro y de Defensa para dedicarlos a la construcción de una barrera fronteriza.
Junto a los mil 375 millones aprobados por el Congreso, la Casa Blanca conseguiría así casi 8 mil millones de dólares, con los que busca erigir unos 376 nuevos kilómetros (234 millas) de una barrera fronteriza que estaría formada por postes de acero, y no sería, por tanto, un muro de hormigón.
En total, la Administración transferiría 6 mil millones de dólares del Pentágono (2 mil 500 millones de su partida para la lucha contra el narcotráfico y 3 mil 500 millones de su presupuesto para construcción de instalaciones militares) y los 600 millones restantes procederían del fondo de confiscaciones por drogas del Tesoro.
Este tipo de declaración otorga temporalmente al presidente un poder especial para hacer frente a una crisis. Trump tendrá que argumentar, por tanto, que la llegada de inmigrantes indocumentados y la entrada de drogas por la frontera con México requiere medidas urgentes y extraordinarias.