Alicia Bárcena. EFE/Alberto Valdés/Archivo

Washington – La canciller mexicana, Alicia Bárcena, sostuvo este jueves un “productivo” encuentro con el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, sobre migración y tráfico de drogas y de armas.

“Afable y productivo encuentro hoy con Jake Sullivan”, publicó en redes sociales Bárcena, en su primera visita oficial a Washington, junto a una fotografía con el principal asesor en materia de seguridad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

La canciller mexicano dijo que ambos repasaron “los avances en prioridades compartidas como vías de movilidad ordenada y segura, control del tráfico de armas y drogas y las excelentes oportunidades económicas”.

Además, acordaron “colaborar una estrategia global y regional”, concluyó.

La secretaria mexicana de Relaciones Exteriores llegó a Washington ayer y se reunió primero con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, encargado de la política migratoria estadounidense.

En ese encuentro, Bárcena reiteró ante Mayorkas que es “esencial la remoción” de las boyas con sierras instaladas por el gobernador de Texas, el republicano Gregg Abbott, en el río Bravo, frontera natural entre ambos países, para frenar el paso a los migrantes.

La canciller concluirá este jueves su visita oficial a Estados Unidos con una reunión y posterior rueda de prensa con el secretario de Estado, Antony Blinken.

La canciller ha enviado dos notas diplomáticas a Estados Unidos para quejarse por el cerco de boyas y alambre que ha colocado el gobernador de Texas para frenar a los migrantes en el río Bravo (río Grande en Estados Unidos) que divide a ambos países, donde el Gobierno mexicano ha denunciado la muerte de dos migrantes.

El Gobierno del demócrata Joe Biden ha denunciado a Texas por la instalación de la barrera flotante, pero Abbott se ha negado a retirarla.

La visita coincide también con la presión que está ejerciendo Estados Unidos para que México haga más en el combate al tráfico de fentanilo, a pesar de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha negado que ese opioide sintético que se fabrique en su país.