Tegucigalpa – Los indigentes en Honduras han tomado como hogar las tumbas del cementerio Sipile en la ciudad de Comayagüela que junto a Tegucigalpa conforman la capital del país centroamericano.

Tal cual una escena de película de zombie, los indigentes reeditan la acción que algunos viven solo a través de las pantallas, pero que en el país de las cinco estrellas es una realidad.

A falta de hogares comunes donde puedan descansar, los indigentes de la capital han tomado los sepulcros como zonas de descanso, provocando que en la mañana los vecinos de comunidades deban observar como los vivos salen de las tumbas.

Además de los indigentes los ladrones también toman los mausoleos como guaridas, denunciaron hoy vecinos de las comunidades cercanas al popular cementerio Sipile en Comayagüela.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el 2022 se registraron 348 mil personas desempleadas y 2.4 millones con problemas de empleo.

Lo anterior se traduce en que ocho de cada 10 hondureños viven en pobreza, a su vez se reporta un aumento de la mendicidad en el país.

Lo preocupante es que esta cifra lejos de disminuir cada día se acrecienta abriendo una brecha entre la sociedad hondureña.

En otras palabras, cada año suman más pobres en Honduras que quienes logran salir de esta línea.

Sin ninguna ayuda gubernamental los hondureños en pobreza extrema conforman un nuevo ejército de mendigos que hacen de su hogar lugares públicos como puentes, parques o  cementerios.