La falta de equipo de cómputo, tanto en maestros como en estudiantes, es otro problema en cuanto a la tecnología.

Tegucigalpa – Tanto la pandemia a causa de la COVID-19 como los fenómenos naturales que afectaron a Honduras en los últimos años provocaron que unos 40 mil niños y niñas sean excluidos del sistema educativo y que ahora conforman una nueva generación de “analfabetas infantiles”.

Así lo expresó este día el exministro de Educación, Marlon Escoto, quien lamentó que el país centroamericano deba pagar con educación las consecuencias de las amenazas naturales.

Consideró como grave la situación que se trata de 40 mil niños que se encuentran en limbo sin retroceder, pero tampoco sin avanzar.

Se debe trabajar en un mecanismo de reinserción ya que estos niños ya no pueden estudiar de manera normal en el sistema ya que sus edades no corresponden a la del grado que deberían cursar.

Es decir, no se puede tener a un menor de 14 años en un aula de primero o segundo grado donde en promedio los estudiantes tienen siete años, expuso.

 En ese sentido, insistió que se debe crear un mecanismo de reinserción que permita a estos menores retomar sus estudios sin que su edad sea un muro.

El mundo miró mejorar sus sistema educativo durante la pandemia ya que invirtió en tecnología, pero en Honduras se reporta un retroceso con 40 mil menores relegados del sistema educativo, muchos de ellos precisamente por no contar con una herramienta tecnológica para adaptarse al sistema educativo, reflexionó Escoto.