Ginebra.– La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó hoy de que miles de eritreos refugiados en Etiopía se han visto obligados a abandonar sus hogares en la región de Afar debido al conflicto armado en Tigré, que también afecta a este territorio vecino.

Los desplazados se encontraban en un campo de unos 4.000 refugiados en Semera, la capital regional de Afar, que el 3 de febrero fue atacado por grupos armados, lo que provocó su huida y la muerte de cinco personas.

Tras el asalto, miles de eritreos alojados en ese campo han tenido que ser reubicados provisionalmente en la ciudad de Serdo, a 40 kilómetros de Semera, donde reciben asistencia humanitaria por parte de ACNUR y el Gobierno etíope, informó el portavoz Boris Cheshirkov.

«Condenamos el ataque al campo de refugiados y reiteramos el llamamiento al cese de las hostilidades para evitar más destrucción y pérdidas de vidas humanas, de esta manera podrá llegar la tan necesaria ayuda humanitaria», expresó el portavoz.

Afar, salpicada por el conflicto en la región vecina del Tigré entre los rebeldes y el ejército de Etiopía, acoge a un gran número de refugiados y desplazados internos, entre ellos 300.000 etíopes.

El norte de Etiopía ha acogido durante años a decenas de miles de refugiados eritreos que huían del conflicto y la represión en su país (escindido del etíope en 1993), pero estas comunidades ahora se han visto también afectadas por el conflicto de Tigré, iniciado en noviembre de 2020.