Berlín – El Gobierno alemán dijo hoy no poder descartar que se introduzcan controles fronterizos en otras regiones después de que Berlín decretara ayer esta medida para la República Checa, Eslovaquia y el Tirol austríaco con el fin de evitar la propagación en Alemania de mutaciones del coronavirus.
«No puedo descartar que puedan introducirse controles fronterizos en otras zonas», indicó el ministro de Sanidad, Jens Spahn, durante una rueda de prensa para evaluar la situación epidemiológica, y agregó que esta medida «será inevitable por un tiempo para evitar la propagación de variantes peligrosas del virus».
En una rueda de prensa ordinaria, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, aseguró que se trata de hacer lo «absolutamente necesario, pero no más», conscientes de lo que significa volver a los controles fronterizos dentro de la UE.
Seibert argumentó que Alemania experimenta actualmente una «evolución positiva» de la pandemia y que con esta medida trata de evitar que se propaguen por su territorio «las distintas mutaciones, que son más agresivas».
Entre los países que figuran en la lista de zonas de especial peligro por la propagación de las variantes más contagiosas del coronavirus que elabora el Instituto Robert Koch (RKI) de virología, figuran además desde finales de enero el Reino Unido, Sudáfrica, Brasil, Portugal e Irlanda, así como Lesoto y Suazilandia.
Spahn, por su parte, señaló que la cifra de positivos confirmados está bajando, pero al mismo tiempo, el porcentaje de infectados con la mutación británica aumenta.
Por otra parte, se refirió al criterio de bajar hasta una incidencia de 35 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes para decretar un próximo paso en la relajación de las restricciones, vigentes de momento hasta el próximo 7 de marzo.
Seibert subrayó por su parte que la desescalada será un «proceso gradual» para evitar «el riesgo de que se dispare la incidencia» y tener que volver a imponer restricciones a la vida pública y la actividad económica.
El portavoz evitó fijar plazos para la reapertura de negocios y sectores económicos porque «en estos momentos no se puede decir con seriedad cómo estará la situación en junio o julio», debido a las incertidumbres ligadas con la propagación de las nuevas variantes o posibles problemas con las entregas de las vacunas.
Las autoridades sanitarias alemanas registraron 9.860 nuevos contagios con coronavirus en las últimas 24 horas y 556 víctimas mortales, mientras que la incidencia acumulada en siete días se sitúa en 62,2 casos por cada 100.000 habitantes.