San Juan- Puerto Rico continúa sufriendo las consecuencias de una actividad sísmica que no cesa, causa de un aumento de los miles de refugiados que duermen en las calles por temor a nuevos temblores en la isla, con una economía cada día más castigada.
El territorio caribeño sigue este domingo registrando réplicas del terremoto del pasado martes, de magnitud 6,4, que dejó un muerto y cientos de estructuras dañadas, razón por la que siguen fluyendo hacia los refugios los ciudadanos, muchos cuyas casas se mantienen intactas pero que temen derrumbes por la intensa actividad sísmica.
Los terremotos registrados durante estos días tienen una intensidad poco habitual en Puerto Rico, donde el más relevante del que se tienen datos es el 1918, que alcanzó una magnitud de 7,1.
La situación, cuando nos acercamos a cumplirse una semana del primero de los sismos de intensidad, el lunes 6 de enero, sigue sin resolverse por la incertidumbre que mantiene a la población del suroeste de la isla en constante alerta a la espera de que, finalmente, la tierra deje de temblar.
Con el paso de los días aumentan las personas que se dirigen, presa del pánico, a los refugios en el suroeste, puestos en marcha en polideportivos y escuelas, para pernoctar en la calle en dormitorios improvisados.
El director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, ha resaltado que es normal que las réplicas se produzcan y que lo van a seguir haciendo durante, al menos, la próxima semana, unas aclaraciones que no han servido para calmar a la ciudadanía.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés) informó de que el sismo de magnitud 6 que sacudió la isla la mañana del sábado provocó un cambio en su pronóstico a siete días vista.
La agencia federal estadounidense estima ahora que existe un 12 % de probabilidad de que se produzca una réplica de magnitud 6 durante la próxima semana.
Aunque las autoridades locales han sidos reacias a dar información detallada sobre los efectos de los terremotos, la gobernadora de la isla, Wanda Vázquez, ya adelantó que los daños ascienden, como mínimo, a 110 millones de dólares, en gran parte derivados de los destrozos sufridos en 539 estructuras que se vieron afectadas por los sismos registrados estos últimos días.
La cifra es preliminar y dado que la actividad va a continuar es seguro que se verá modificada.
El número de refugiados no se ha actualizado con el paso de los días desde la cifra inicial de poco más de 2.000, aunque se ve incrementada a causa de la continuación de los sismos.
Actualmente hay abiertos cerca de 30 refugios repartidos por 14 municipios del sur de la isla.
El Departamento de la Familia trasladó a cerca de un centenar de ancianos a residencias localizadas en los municipios del área sur más seguras y se estudia su envío al norte de la isla.
Personal de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) también trabaja sobre el terreno para dar asistencia a cientos de personas que sufren ansiedad por la intensa actividad sísmica.
La restauración del sistema eléctrico ha avanzado mucho durante el fin de semana y se espera que la gran mayoría de los poco más de 3 millones de puertorriqueños dispongan de servicio a última hora del día o mañana.
Mientras, científicos llegados de Estados Unidos tratan de determinar el motivo del auge de la actividad sísmica una vez que se sabe que hay fallas activas en los municipios de Lajas, Guánica y en el suelo marino cercano a la costa sur de la isla.
A la complica situación humanitaria se suman los efectos económicos, que cada día que pasan son más importantes dada la práctica paralización del suroeste de Puerto Rico, aunque en el resto de la isla la actividad está prácticamente normalizada.
Comercios, hoteles, negocios, clínicas y un largo etcétera de establecimientos llevan casi una semana sin operar y no se sabe cuándo se estabilizará la situación.
El presidente de la Cámara de Comercio del Sur, Luis Alvarado, señaló que uno de los problemas reside en que muchos negocios, si han sufrido algún tipo de daño, no podrán abrir de nuevo sus puertas hasta que no sean revisados por un ingeniero estructural.
El secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, Manuel Laboy, estimó que la situación provocada por los terremotos tiene un impacto en la economía local diario de entre 75 y 100 millones de dólares.
Brad Dean, director de Discover Puerto Rico, la organización que promueve la isla como destino turístico, reconoció que el sector ha sufrido un impacto significativo por los sismos en forma, principalmente, de cancelaciones de reservas, además del adelanto de la salida de los extranjeros que se encontraban en la isla.
El directivo cuantificó además en 50 millones de dólares la publicidad negativa a causa de los terremotos, para una economía que tiene precisamente en el turismo una de sus principales fuentes de ingresos.
La directora de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, Carla Campos, matizó que fuera del suroeste de la isla la situación va normalizándose.