Tegucigalpa – La comisionada de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, manifestó en las últimas horas su preocupación por la situación de los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos principalmente hondureños que se encuentran en la frontera entre México y Estados Unidos.
– Cuestiona que en Tijuana se ha visto una actitud antinmigrante y se pregunta por qué esa actitud tan discriminatoria, xenofóbica si son latinoamericanos, vecinos.
La funcionaria de Naciones Unidas que compareció en el programa Conclusiones de CNN en Español, también cuestionó la actitud xenofóbica de la que han sido víctimas los emigrantes en Tijuana, México.
Indicó que con la asunción al poder de Andrés Manuel López Obrador se cumplan sus promesas de luchar contra la pobreza y va a generar más oportunidades para mexicanos esencialmente, pero también espera que sea para los migrantes.
Señaló que se trata del mismo tipo de problemas lo que hace que la gente decida emigrar, como la pobreza, la inseguridad y la violencia.
Recordó que el próximo 10 de diciembre en Marruecos, África, se va a suscribir el Pacto Global por las Migraciones a donde ella va a acudir y espera que tenga una gran asistencia, precisamente el día en que se conmemora el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En ese sentido, manifestó que espera que realmente se pueda seguir trabajando en las causas de fondo que motivan que la gente tenga que migrar sean estas el cambio climático y todas sus consecuencias, la crisis política, la crisis humanitaria, y cualesquiera que sean las razones para la migración buscando mejores oportunidades y más posibilidades para sus familias.
“Ojalá que todos los países incidan más en eso para que las personas no tengan que verse obligadas a tomar la decisión de emigrar”, manifestó Bachelet.
Retomó que para las autoridades mexicanas es difícil cuando les llegan más de seis mil personas y no es fácil cuando esos migrantes está durmiendo en la calle, desesperados con hambre y con susto.
Sin embargo, en lugares como Tijuana se ha visto una actitud antinmigrante que uno se pregunta por qué esa actitud tan discriminatoria, tan xenofóbica si se trata de latinoamericanos, de vecinos.
En ese sentido, consideró que todos los líderes en distintos niveles tienen la responsabilidad de llamar a utilizar un lenguaje tranquilo, moderado, donde los migrantes son bien recibidos, porque son personas que están sufriendo y requieren de respeto a sus derechos personales y colectivos.
Rechazó que se califique a los migrantes como delincuentes y drogadictos pues los miembros de esa caravana son personas que han sufrido mucho y buscan un mejor porvenir en Estados Unidos. “No me voy a meter en la política migratoria, esa es una decisión por un lado de los países, pero también existen convenios internacionales que hacen que los derechos humanos de los migrantes tienen que ser respetados”, acotó.
Añadió que se está hablando de seres humanos que tienen sus sueños de poder tener un lugar mejor, que su dignidad sea respetada y eso es lo que tiene que predominar y esos son los valores que se tienen que hacer funcionar.
Indicó que esa gente durmiendo y viviendo a la intemperie, en condiciones muy dramáticas, es algo que nadie quiere para sus hijos ni para sus nietos por lo que hay que preguntarse qué pasaría si fuera alguien de mi familia, alguno de mis amigos o algún conocido y no pensar de que son narcotraficantes, criminales o violadores como se ha dicho.
Bachelet refirió que personal de su oficina se encuentra en el lugar donde se encuentran los miembros de la caravana de migrantes para brindarles apoyo.