Tegucigalpa – Al paso de los días después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos en las que a cada momento se reafirma el triunfo de Joe Biden sobre el presidente estadounidense Donald Trump, el representante de la Organización La Casa del Hondureño con sede en Los Ángeles, California, Ramón Sánchez, recordó que el primero prometió una reforma migratoria en los primeros 100 días al llegar a la Casa Blanca.
Joe Biden está más flexible que Donald Trump, incluso él prometió que en los primeros 100 días de gobierno iban a hacer una introducción de una reforma migratoria.
Pese a que el presidente saliente, Donald Trump, se niega a admitir la victoria de Biden en los comicios del pasado 3 de noviembre, el líder demócrata sigue avanzando en la conformación del equipo que lo acompañará durante su mandato, que deberá comenzar el próximo 20 de enero.
El martes pasado, Biden anunció nuevos nombramientos en su equipo de Gobierno, incluidos tres latinos, uno de ellos Julie Rodríguez, nieta del histórico activista de los derechos civiles y laborales César Chávez.
Ante esta nueva transición en el Poder Ejecutivo de Estados Unidos, donde un poco más de un millón de hondureños han establecido su hogar, Sánchez recordó las promesas de campaña y exigió se inicie con el proceso de una reforma migratoria integral que beneficie a millones de indocumentados.
Además recordó que el Partido Demócrata ganó la mayoría de la Cámara Baja y eso es una ventaja a la hora de impulsar proyectos.
También señaló que existen las condiciones para que Honduras solicite un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
Argumentó que Honduras acaba de sufrir el embate de dos meteoros climatológicos y esa es una de las causas por las que Estados Unidos concede este programa migratorio.
Consideró que un permiso laboral en EEUU les puede cambiar la vida a miles de compatriotas.
El TPS, creado en 1990 por el Congreso estadounidense, concede permisos para permanecer en el país a ciudadanos procedentes de naciones afectadas por conflictos bélicos, víctimas de violencia o desastres naturales.
Desde entonces, esta iniciativa ha cobijado mayoritariamente a nacionales de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Sudán y Haití.
La protección, concebida en un principio como un alivio temporal, se ha extendido con el paso de los años, dejando a sus beneficiarios bajo una condición migratoria que les impide solicitar la residencia o la ciudadanía estadounidense. (RO)