Washington – La Cámara de Representantes, con el voto de 215 republicanos y 59 demócratas, aprobó este jueves un proyecto de ley que facilitaría la deportación de los indocumentados condenados por conducir intoxicados y prohibiría su retorno a Estados Unidos.

El proyecto pasa ahora a su evaluación al Senado, dónde los demócratas tienen la mayoría y no está claro si sería aprobado.

La propuesta hace que una persona condenada por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas sea deportada y se le prohíba la entrada al país sin importar si el delito ha sido clasificado como menor.

“En Estados Unidos cada 45 minutos muere una persona en un accidente que involucra a un conductor intoxicado”, afirmó el representante Barry Moore, republicano de Alabama y autor de la iniciativa.

“Hoy la cámara aprobó mi legislación que obliga al presidente (Joe) Biden a deportar a los inmigrantes ilegales que conducen ebrios o intoxicados”, añadió el legislador.

El conducir ebrio o bajo la influencia de drogas es ya motivo para la deportación en algunos casos, pero la legislación aprobada en la Cámara Baja apunta a resolver los conflictos entre la ley federal y la estatal.

La legislación, que debe ser secundada por el Senado, afectará más a los extranjeros que buscan ajustar su estatus migratorio en EE.UU.

Por su parte la representante Rashida Tlaib, demócrata de Michigan, sostuvo que los congresistas “han elegido desperdiciar nuestro tiempo incitando el racismo que pone a nuestros vecinos inmigrantes en riesgo y hace que nuestras comunidades sean menos seguras”.

Tlaib, quien votó contra la iniciativa, agregó que la legislación “viola las protecciones fundamentales del debido proceso y añade nuevas razones para la exclusión y la deportación sustentadas meramente en alegaciones, no en condenas”.

Steve Scalise, de Luisiana y jefe de la mayoría republicana en la Cámara Baja indicó que “con la gravedad del crimen y las consecuencias potencialmente mortales, uno creería que si a un inmigrante ilegal lo detienen conduciendo intoxicado, debería ser deportado”.

“Desafortunadamente, no siempre ése es el caso”, agregó.

El gobierno del presidente Biden asigna prioridad en la deportación de individuos que han cometido delitos graves o que representan una amenaza para la seguridad pública o nacional.