Un grupo de personas participa el lunes 27 de mayo de 2013, en la caminata anual del migrante entre México y EE.UU., que inició en Sosoba (México). EFE/ GARY M WILLIAMS/Archivo

Tucson (AZ) – Miembros de diversas organizaciones que cada año hacen en el desierto la misma ruta de los inmigrantes que buscan cruzar la frontera harán este año una «caminata virtual» en vista de la pandemia de COVID-19, confirmaron a Efe sus organizadores.

En los últimos 17 años, en honor a los indocumentados cada fin de mayo se realizaba la Caminata del Migrante, con unos 60 participantes de diversas edades, nacionalidades y profesiones, y quienes por siete días hacen unos 120 kilómetros (75 millas) desde Sasabe, en Sonora (México) hasta Tucson, en Arizona.

Cada uno de los participantes lleva consigo una cruz de madera de color blanco con el nombre de un migrante que ha muerto en el desierto, o simplemente con el rótulo «desconocido» o «desconocida» en vista de que muchos cuerpos no son identificados.

Este año, la pandemia del coronavirus ha llevado a los organizadores a transformar el evento en una «caminata virtual» con el mismo objetivo de llamar la atención sobre la crisis humanitaria en la frontera y en los centros de detención, y que por la enfermedad hasta ha empeorado.

«Fue una decisión muy difícil el no caminar, sin embargo decidimos hacer una experiencia virtual donde cada participante podrá recibir una serie de actividades diariamente», dijo a Efe Kat Rodríguez, organizadora del evento.

La caminata virtual, que lleva el nombre de «Caminata del Migrante: Une experiencia Alternativa», comenzara el próximo 25 de mayo y cada día se publicarán podcasts en los que hablarán expertos en temas migratorios sobre «como se puede ayudar», como dijo Rodríguez.

El dinero que paguen los participantes para registrarse en el evento será repartido entre los grupos organizadores: Border Links, O’Odham Anti-Border Collective, Keep Tucson Together y Bond Found. Entre otras cosas, utilizarán lo recolectado para pagar fianzas de personas en los centros de detención.

«El virus del COVID-19 no ha parado la migración, pareciera que esta enfermedad le ha dado el poder al gobierno de ignorar el proceso legal de las leyes establecidas», señaló Rodríguez.