México – La caravana de migrantes centroamericanos que entró ilegalmente a México comenzó esté sábado su ruta por el suroriental estado de Chiapas avanzando de Tapachula hasta Huixtla, un trayecto de unos 40 kilómetros.
En tanto, el Gobierno federal entregó las primeras diez visas humanitarias a los migrantes, en su mayoría hondureños, que decidieron hacer la solicitud de asilo en la frontera, y permanecer en territorio guatemalteco hasta que se tramitaba su registro.
El contingente de unas dos mil personas conformado por hombres, mujeres y niños salió minutos después de las 4.00 hora local (10.00 GMT) desde Tapachula cargando solamente una mochila sobre sus hombros.
Son más de 2.000 migrantes que este viernes en la madrugada cruzaron a puertas abiertas por el puente internacional Rodolfo Robles de Ciudad Hidalgo, Chiapas, sin solicitar formalmente asilo, tal y como buscaban las autoridades migratorias mexicanas.
En lo que fue su primer día en territorio mexicano pasaron la noche en el parque central de Tapachula en donde se les observó durmiendo en colchonetas o encima de cartones.
Esta caravana avanza a su suerte sin ser escoltados por ninguna autoridad, esquivando el tránsito de vehículos y con el riesgo de ser atropellados.
En la frontera con Guatemala, las autoridades migratorias empezaron a entregar visas a los migrantes que sí quieren entrar legalmente, mediante una tarjeta de visitante por razones humanitarias.
David León, coordinador nacional de Protección civil de la Secretaría de Gobernación, hizo entrega de las primeras diez tarjetas de visitantes por razones humanitarias.
En este acto realizado en el puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo, Chiapas, se informó que en total son 2.373 registros tramitados hasta el momento ante el Instituto Nacional de Migración (Inami).
«Uno es de Brasil, 262 El Salvador, 150 de Guatemala, 4 de Haití y 1.933 de Honduras y 23 de Nicaragua. Hay 431 niñas, niños y adolescentes hasta los 17 años», dijo Tonatihu Guillén, comisionado del Inami.
A mediados de octubre de 2018 miles de centroamericanos -en su mayoría hondureños y salvadoreños- abandonaron sus países en distintas caravanas con el afán de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo, en un éxodo que causó choques diplomáticos entre países.
En los últimos días, al menos dos nuevas caravanas han partido desde Centroamérica; una de hondureños con miles de personas y otra de salvadoreños mucho más pequeña.