Chicago (IL) – La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, firmó este martes varias enmiendas a la ordenanza que protege a los inmigrantes, con el objetivo de prohibir definitivamente cualquier tipo de colaboración de la Policía con autoridades de inmigración en la deportación de indocumentados, aunque estos tengan antecedentes criminales.
Las nuevas disposiciones incorporadas a la ordenanza original, que rige desde 1984, establecen que no se aceptarán pedidos de detención cuando las personas figuren en una base de datos de la Policía sobre pandillas, que ha sido criticada por contener información errónea.
Asimismo, no se entregará a las autoridades migratorias a los detenidos sin papeles aunque tengan antecedentes criminales o pedidos de detención pendientes.
La Policía tiene prohibido detener a una persona por el solo hecho de permanecer en Estados Unidos sin permiso legal, así como transferirla a la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Chicago ha sido siempre una ciudad que acoge de brazos abiertos a los inmigrantes y con mucho orgullo”, dijo Lightfoot al promulgar los cambios que fueron reclamados durante los últimos cinco años por grupos defensores de los inmigrantes.
La Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) declaró en un comunicado que las enmiendas son bienvenidas, pero son solo el comienzo de los pasos que debe dar la ciudad para encarar los muchos conflictos que existen entre la Policía y las comunidades.
Señala que Chicago todavía carece de un “sistema real” para llamar a responsabilidad a la Policía en los casos de abusos, y además dedica recursos, prioridades y atención a “estructuras que excluyen, criminalizan y encarcelan a las comunidades de afroamericanos, latinos e inmigrantes”.
“Hemos demostrado que podemos organizarnos y ganar, y vamos a continuar haciéndolo hasta que Chicago cumpla fielmente con su papel de ‘ciudad de acogida’ de inmigrantes y refugiados, concluye.