El programa TPS cubre actualmente unos 247.700 salvadoreños, 79.400 hondureños, 55.338 haitianos, 14.550 nepalíes, 6.934 sirios, 4.430 nicaragüenses, 1.650 yemeníes, 774 sudaneses, 455 somalíes y 96 personas de Sudán del Sur. EFE/ Giorgio Viera/Archivo

Washington – Decenas de beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) marcharon este martes por el centro de Washington en demanda de una legislación que les otorgue la residencia permanente y una vía a la ciudadanía estadounidense.

«Durante la campaña electoral nos hicieron promesas los senadores y el presidente Joe Biden de que iban a restaurar el TPS y dar residencia permanente a los ‘tepesianos'», dijo a EFE William Martínez, coordinador de la Alianza Nacional TPS en el estado de Maryland.

Con la participación de «tepesianos» llegados de 19 comités estatales en todo el país, los manifestantes se congregaron en el barrio de Mount Pleasant y marcharon hacia la Casa Blanca.

Frente a la residencia presidencial hablaron «tepesianos» de Honduras, El Salvador, Haití y Nepal y se leyeron cartas de apoyo de los senadores demócratas Mark Warner, de Virginia, y Ben Cardin, de Maryland.

«Continuaremos haciendo visitas legislativas virtuales», dijo Martínez. «Continuaremos contactando a los miembros del Congreso, y en especial a los senadores republicanos porque se necesitan al menos 60 votos para aprobar algo en el Senado».

El proyecto de Ley de Ciudadanía que promueven los demócratas y el presidente Joe Biden en el Congreso podría beneficiar a unos 279.000 personas amparadas en el TPS, entre los casi 3,3 millones de inmigrantes que podrían obtener la residencia legal o «tarjeta verde» de manera inmediata, según cálculos del Instituto de Política Migratoria (MPI).

En caso de aprobarse el proyecto de ley, los «tepesianos», junto con los inmigrantes protegidos con los programas Acción Diferida (DACA) y los trabajadores agrícolas que hayan laborado en el campo durante al menos cinco años, podrían acceder a la ciudadanía tres años más tarde.

El resto de los indocumentados que cumplan los requisitos obtendrían un permiso temporal de cinco años, plazo tras el cual podrían solicitar la residencia permanente y tres años más tarde la naturalización.

El TPS otorga una visa temporaria con permiso de trabajo a personas que, a criterio del gobierno en Washington, han huido de sus países debido a desastres naturales o conflictos violentos.

La designación de los países es también temporaria y debe renovarse periódicamente, por lo cual los extranjeros amparados por el programa, aun cuando algunos de ellos han estado en EE.UU. por décadas, viven en la incertidumbre.

El programa TPS cubre actualmente unos 247.700 salvadoreños, 79.400 hondureños, 55.338 haitianos, 14.550 nepalíes, 6.934 sirios, 4.430 nicaragüenses, 1.650 yemeníes, 774 sudaneses, 455 somalíes y 96 personas de Sudán del Sur.