Tegucigalpa – Como viene siendo una tradición cada vez que finaliza un año e ingresamos inmediatamente a otro, la capital hondureña lo celebra con una quema de monigotes en varios sectores, solo que, en esta ocasión, se introdujo una nueva modalidad, y son las chimeneas gigantes.

Desde hace varios años, se hizo una tradición de fin de año de quemar monigotes para despedir el año viejo y darle la bienvenida al nuevo, una costumbre que nació en Ecuador, pero que fue adoptada por el resto de los países latinoamericanos.

La tradición implica un monigote que representa el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos o fuegos artificiales, para ser quemado a la medianoche del 31 de diciembre, víspera del año nuevo.

En la capital se volvió popular cuando empezaron a elaborar monigotes con personajes de trascendencia nacional como personajes políticos, presidentes, figuras mediáticas y otros que marcaron para bien o para mal el año que termina.

Los barrios y colonias esperan las 12.00 de la medianoche para quemar el “pichingo” y con él las penas que dejó año.

Chimeneas gigantes

No obstante, para este año en específico, se decidió introducir el modelo de chimeneas gigantes en la capital hondureña para que sean quemados para recibir el Año Nuevo.

Aunque este modelo de chimeneas gigantes no es nuevo en Honduras porque es una tradición y costumbre que se celebra en el municipio de Trinidad, departamento de Santa Bárbara, occidente de Honduras.

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Las chimeneas gigantes son obras de arte que pueden llegar a medir cinco metros de altura y atrae a miles de turistas nacionales e internacionales al occidente de Honduras a ser testigos de cómo espectaculares piezas son consumidas para revivir una tradición ancestral.

El origen de la fiesta en Trinidad está relacionado con el sincretismo religioso, ya que el fin principal es hacer homenaje a la Inmaculada Concepción de María que se conmemora cada 8 de diciembre.

Sin embargo, con el fin de introducir una novedad en las festividades de fin de año, la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) decidió colocar chimeneas para que sean quemadas.

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La AMDC colocó ocho figuras gigantes en la villa navideña que instalaron en un predio ubicado en el Anillo Periférico frente al Coliseo Nacional de Ingenieros denominado “Plaza Navideña de Buen Corazón”.

Son un total de ocho chimeneas que miden hasta cinco metros de altura, de diversas formas, colores y representaciones.

Las chimeneas tienen formas de figuras como “El Principito”, “el Hombre de Hojalata” que procede del Mago de Oz, la criatura mitológica “Pegasus” y otros relacionados con la fauna.

Estas figuras gigantes fueron hechas por artistas del municipio de Trinidad quienes llegaron un acuerdo con la AMDC.

Solo que la novedad para esta ocasión es que los monigotes no serán quemados para el 31 de diciembre como ha dictado la tradición, sino que será el 6 de enero, fecha en que se conmemora la llegada de los Reyes Magos cuando conocieron a Jesucristo, 12 días después de haber nacido.

Las chimeneas gigantes serán quemadas el sábado 6 de enero de 2024 a partir de las 8:00 de la noche en la Plaza Navideña de Buen Corazón.

Sin embargo, las chimeneas gigantes están expuestas todos estos días en este predio para que la población que visite el lugar las conozca, y ha generado una novedad y atracción para los visitantes que no desperdician la oportunidad para tomarse foto con estas figuras.

Monigotes, tradición y arte efímero 

Luis Lagos, quien desde hace 22 años fabrica monigotes en la salida al sur de la capital hondureña, conversó con Proceso Digital y confesó que, si bien se envía un mensaje con los mismos, el trasfondo no es más que rescatar la tradición.

Algunos le llaman monigotes, otros pichingos, pero no es más que la quema del Año Viejo con lo que también se da la bienvenida a un nuevo año, narró.

En este año, el mensaje que se envía con los monigotes es un mal sentir de parte de la población y las acciones que los gobernantes toman, en muchas ocasiones solo en beneficio propio, relató.

Un cohete de seis metros de alto es el monigote más grande que será quemado, también las figuras del expresidente Manuel Zelaya y la presidenta Xiomara Castro así como el árbitro salvadoreño Iván Barton.

Los personajes

El creador de los monigotes de la salida al sur como se le conoce, apuntó que los personajes seleccionados este año tienen una deuda con la población hondureña y a través de una protesta pacífica se busca recordarles sus compromisos.

En primera instancia, la presidenta Xiomara Castro debe colocar los pies en la tierra para poder gobernar.

De su parte, “Mel” debe dejar a su esposa gobernar, él ya tuvo su tiempo, externó el creador de estos monigotes.

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Finalmente, el personaje cuya quema se disfrutará más es el árbitro salvadoreño Iván Barton, dijo. Este monigote representa el robo que debe ser eliminado de las sociedades, reflexionó.

La elaboración de la terna y el cohete tomó un mes e incurrió en un alto costo, pero a diferencia de los barrios y colonias de la capital no busca la recolección de fondos para la compra de pólvora.

Respetuoso de la ordenanza municipal, el creador de los monigotes, compartió que usará pólvora en su quema y que los mismos solo requerirán de combustible ya que están hechos de materiales volátiles.

Turismo

Lagos recordó que la quema de los monigotes está programada para después de las 12 de la noche del 31 de diciembre.

En ocasiones se espera un rato para que las familias puedan compartir el abrazo de medianoche y luego se procede a la quema.

Al tratarse de la quema de los monigotes más grandes de la capital ya se convirtió en una actividad turística. En años anteriores se ha llegado a registrar hasta seis mil personas durante la quema y para este año se prevé una cifra similar o mayor, zanjó.