Madrid – Un tribunal de Madrid acoge desde este lunes el juicio contra el hostelero español César Román Viruete, conocido como el «rey del cachopo (plato típico de la región de Asturias, norte de España)», acusado de presuntamente matar y descuartizar en agosto de 2018 a su pareja, Heidi Paz Bulnes, una joven hondureña que trabajaba con él.
Román se enfrenta a los 15 años y cinco meses de prisión que pide para él la Fiscalía, que considera que «todos los indicios apuntan» a que fue él quien asesinó a Heidi y luego la descuartizó, mientras que su defensa no ve acreditado que el torso encontrado pertenezca a la víctima.
El cuerpo de Heidi, de 25 años, fue localizado en agosto de 2018 dentro de una maleta en un edificio de Madrid que había sufrido un incendio parcial y su cadáver fue identificado gracias al cotejo del ADN del torso.
El inmueble, de uso industrial, era propiedad de Román, dueño de varios restaurantes en la capital española y conocido como «el rey del cachopo», un plato a base de carne de res empanada con jamón serrano y queso típico de Asturias (norte de España).
El presunto asesino, que había desaparecido un tiempo antes del macabro hallazgo, fue arrestado tres meses después en Zaragoza (este), donde usaba un nombre falso y había cambiado de aspecto.
Además de la petición de la Fiscalía, la acusación particular ejercida por la familia de Heidi pide 25 años por asesinato con alevosía y agravante de parentesco y género, más otro año por maltrato habitual.
La primera jornada del juicio estuvo dedicada a la conformación del jurado y a la exposición de las dos partes, proceso durante el que el acusado se mostró muy atento y activo, intercambiando impresiones con su letrada.
A su llegada al tribunal dijo a la prensa que su intención era demostrar su inocencia. Mañana será el momento de que declare ante el jurado.
Heidi Paz Bulnes tenía dos hijos menores que residían en Honduras para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 300,000 euros (365,000 dólares), así como otra para su madre de 100,000 (121,000 dólares).
Román explicó tras su detención que a Heidi la pudo matar una banda de narcos porque había contraído una deuda.