Vista de la entrada del centro de detenciones de Otay Mesa en San Diego, California. La organización civil Ángeles de la Frontera ha ayudado en lo que va de este año a salir bajo fianza a 31 inmigrantes que estuvieron en el centro de detención de Otay Mesa en California, la mayoría desde que en esa prisión privada se detectó la COVID-19. EFE/Manuel Ocaño

San Diego – La organización civil Ángeles de la Frontera ha ayudado en lo que va de este año a salir bajo fianza a 31 inmigrantes que estuvieron en el centro de detención de Otay Mesa en California, la mayoría desde que en esa prisión privada se detectó la COVID-19.

La abogada Dulce García, directora ejecutiva de la organización, dijo hoy a Efe que el programa de fianzas ha invertido hasta ahora unos 150.000 dólares para ayudar a salir a los 31 inmigrantes de Otay Mesa y a dos más en el centro de detención de Adelanto, también en California.

Dijo que cuando el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) establece fianza para inmigrantes en centros de detenciones, la suma es de 15.000 dólares.

“Cuando el monto de fianza ha sido establecido, vemos si los familiares pueden aportar una cantidad; Ángeles de la Frontera participa con un máximo de cinco mil dólares, y si hace falta, pedimos ayuda a otras organizaciones”, dijo García.

Como es abogada de migración, la directora ejecutiva, una «soñadora» o beneficiaria del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), gestiona todos los trámites ante la corte y el ICE, con lo que ahorra costes de comisiones y otros gastos. “Ese dinero que ahorramos nos sirve, porque se va juntando y sirve para ayudar a salir a alguien más”, expresó.

El proyecto empezó por parte de los Ángeles de la Frontera cuando García asumió la dirección en noviembre pasado.

“Solicitamos a la comunidad que nos ayudara con donativos para pagar fianzas y que salieran personas que no han cometido ningún delito, que están ahí por solicitar asilo. Y esto es lo bonito de este programa: que lo financia la comunidad para ayudar a la comunidad”, dijo.

El primer inmigrante que salió con la ayuda del programa dejó el centro de Otay Mesa el 7 de enero.

La mayoría de quienes se han beneficiado salieron de marzo a la fecha, precisamente el tiempo en que la COVID-19 ha prendido en ese centro de detenciones, donde el ICE reconoce este jueves que tiene 166 personas contagiadas bajo su custodia.

La abogada informó que la mayoría de los beneficiarios del programa de fianzas estaban en la unidad J del centro, donde al empezar el proyecto había más de un centenar de inmigrantes en un espacio reducido. “El ICE no ha llevado a esa unidad a nuevos detenidos después de que nosotros ayudamos a salir, tal vez por permitir que tengan espacio saludable entre los migrantes”, consideró.

Una de las organizaciones que ayudan a completar montos de fianzas es el Consorcio de los Derechos de los Inmigrantes de San Diego, que desde hace años realizaba esfuerzos para ayudar a salir a imigrantes de Otay Mesa.

García refirió que la idea del programa de fianzas surgió cuando el ICE detuvo a su hermano, también un «soñador», hace cerca de una década, y la familia tuvo que esforzare para reunir el monto de una fianza para que saliera libre. En su caso la cantidad fue reducida a 1.500 dólares porque ya vivía en el país y no iba a huir.