El gobernador del estado de Washington (EE.UU.), Jay Inslee, habla durante una reunión con medios nacionales y extranjeros el viernes 19 de mayo de 2017, en Ciudad de México (México). EFE/José Méndez/Archivo

Los Ángeles – El Municipio de Seattle aprobó una resolución en la que pide al gobernador de Washington, Jay Inslee, y a los legisladores de este estado otorgar ayuda económica a los indocumentados que han perdido sus empleos durante la pandemia de COVID-19, informan este martes medios locales.

La medida, aprobada por unanimidad la noche del lunes, insta a Inslee y a la Legislatura a crear un «Fondo de Ayuda para Trabajadores de Washington» con una asignación inicial de al menos 100 millones de dólares «para proporcionar asistencia económica de emergencia a los indocumentados» de ese estado, uno de los primeros focos del coronavirus en el país.

Las concejalas M. Lorena González y Teresa Mosqueda, quienes patrocinaron la medida, arguyeron que más de 250.000 inmigrantes indocumentados viven en Washington y que miles de ellos pagan impuestos por lo que merecen obtener un alivio económico.

También destacaron que una gran cantidad de extranjeros sin estatus legal son padres de niños estadounidenses que residen en el estado.

González, que es la presidenta del Concejo de Seattle, la principal ciudad de este estado del noroeste, remarcó su propia historia al recordar que sus padres eran indocumentados cuando llegaron a Estados Unidos.

Citada por el periódico local Seattle Times, la portavoz de la oficina de Inslee, Tara Lee, dijo que el gobernador demócrata está trabajando para establecer «cómo el estado puede asegurarse de que todos los que viven en Washington tengan acceso a la asistencia necesaria».

«El gobernador y su personal han tenido reuniones con líderes de la comunidad sobre este tema, así como otros asuntos urgentes para los inmigrantes», agregó Lee.

California comenzó este lunes la entrega de ayudas a indocumentados de un fondo de 150 millones de dólares (75 de fondos estatales, 50 de donaciones privadas).

Las doce organizaciones comunitarias encargadas de entregar un único desembolso de 500 dólares por persona, o 1.000 por familia, se vieron desbordadas por los cientos de miles de solicitantes.

Los activistas calculan que en California sólo 150.000 indocumentados podrán ser favorecidos con este fondo de ayuda para afectados por el COVID-19, lo que equivale a uno de cada 10.