Fotografía cedida por Guerrera PR de la cantante Alaina Castillo. La inagotable cantera musical latina de Estados Unidos tiene una nueva figura emergente con Alaina Castillo, una prometedora artista de R&B y pop de ascendencia mexicana que, en una entrevista con Efe, aseguró que cuando canta es como si huyera y dejara atrás sus dudas e inseguridades. "Incluso cuando estaba (de niña) en el coro de la iglesia era muy tímida. Pero mi cuenta de que cuando empezaba cantar ya no lo era", relató. EFE/ Alex Currie

Los Ángeles – La inagotable cantera musical latina de Estados Unidos tiene una nueva figura emergente con Alaina Castillo, una prometedora artista de R&B y pop de ascendencia mexicana que, en una entrevista con Efe, aseguró que cuando canta es como si huyera y dejara atrás sus dudas e inseguridades.

«Incluso cuando estaba (de niña) en el coro de la iglesia era muy tímida. Pero mi cuenta de que cuando empezaba cantar ya no lo era», relató.

«Nunca pensé que estaría creando música en un estudio, llegando a un público tan grande y todo lo que ha estado pasando. Así que vi que la música me ayuda (…). No me tengo que preocupar de nada cuando estoy cantando (…). Cuando canto es como si me escapara y ya no fuera tímida: solo tengo que pensar en las letras y los sentimientos de la música», añadió.

De subir versiones caseras a YouTube a acumular millones de reproducciones en Spotify con sus temas originales, Castillo presenta este viernes «mensajes de voz», un nuevo EP con el que se sigue abriendo camino esta joven bilingüe de solo 19 años que ha cambiado su Texas natal por Los Ángeles para dedicarse profesionalmente a la música.

«Siento que todavía estoy aprendiendo a manejar todo porque es mucho», confesó la cantante desde un confinamiento por el coronavirus que le ha pillado grabando su disco debut.

«Pero al mismo tiempo, me encanta y tengo que decirme todas las mañanas: ‘No te preocupes, no te estreses’. Este es mi sueño y no quiero hacer nada más. Esto es todo para mí. Especialmente, mudarme a Los Ángeles fue una de las cosas más grandes que he hecho, pero hacer lo que amo cada día, solo despertarme y saber que voy a escribir una canción, es lo que quiero tener presente en mi cabeza», dijo.

Así, «mensajes de voz» es la versión en español de «the voicenotes» (2020) y presenta una versión más desnuda, íntima y reflexiva de Castillo que la de su anterior EP, «antisocial butterfly» (2019).

«Es más vulnerable. Hablo de mis problemas y de cosas que ojalá no me hubieran afectado tanto, cosas que ojalá hubiera podido esconder. Pero la música también me ayuda a sobrepasar eso, me permite sentir esas emociones y también encontrar las soluciones a esos problemas», detalló.

Con aire inocente e introspectivo, como si midiera mucho sus palabras, Castillo habló, no obstante, de sus canciones casi como una terapia personal para ella, y recordó que de niña hubo una época en la que se sentía «muy triste» y la música le ofreció una salida de emergencia.

«Cuando canto de mis sentimientos es más fácil que cuando hablo», explicó.

«No me gusta hablar de mis problemas, no me gusta mostrar mis emociones. Pero, al mismo tiempo, mis canciones son muy profundas, es como una parte completamente opuesta de mí. Eso muestra que la música te permite simplemente no tener que pensar de más sobre lo que dices: es como un proceso de sanación», opinó.

Esa cura musical comenzó para Castillo en el coro de la iglesia donde cantaba (su padre es mexicano y su madre estadounidense), continuó cuando compartió en internet algunas versiones, y alcanzó la popularidad como parte de la música ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), una singular propuesta que estimula algo así como la relajación o paz interior.

En este sentido, la hispana triunfó en YouTube con temas de ASMR entre susurros y efectos de sonido mínimos que estaban concebidos casi como nanas para escuchar al acostarse.

Pero esa época ya quedó atrás y ahora combina el R&B y el pop en canciones originales como «no vuelvas a mirar atrás» o «just a boy».

En cualquier caso, sus influencias son mucho más diversas y la cantante citó entre en su educación artística a la música cristiana de cuando era una niña, a estrellas latinas como Nicky Jam o J Balvin, a clásicos como Elvis Presley o Whitney Houston, o incluso a figuras internacionales como Andrea Bocelli.

Mirando al futuro más allá de la pandemia, Castillo está trabajando con el productor RØMANS, quien ha colaborado con artistas como Demi Lovato, en su primer álbum, que espera publicar el próximo año.

«La música que estamos haciendo ahorita en el estudio es diferente… Hay canciones tristes y alegres: es un poco una mezcla. Estoy todavía descubriéndome a través de la música», finalizó.