Washington.– Los miembros del Comité Hispano del Congreso (CHC) reclamaron este martes al Gobierno de Estados Unidos que abra una investigación sobre el trato que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dio a la transgénero hondureña, Roxana Hernández, que murió bajo su custodia el año pasado.
«Estamos alarmados por los informes de que ICE no pudo preservar las imágenes de vigilancia relacionadas con la muerte de Roxsana Hernández. Este video habría mostrado los últimos días de la señora Hernández en detención de ICE antes de que la trasladaran al hospital y muriera», señalaron los miembros del CHC, que preside el demócrata Joaquín Castro.
Según los legisladores, la familia y los abogados de Hernández sostienen que su muerte «fue evitable porque recibió atención médica inadecuada».
Además, la familia alega que Hernández fue objeto de abusos físicos mientras estaba detenida en el Centro Correccional del Condado de Cibola, en Nuevo México.
«Una autopsia independiente encontró evidencias de agresión física y abuso, incluyendo contusiones profundas en la caja torácica de Hernández y contusiones profundas en la espalda. Sus muñecas también mostraron sangrado consistente con heridas de esposas», agregaron.
Por eso, el CHC consideró que la videovigilancia «habría sido crucial para determinar cómo fue tratada Hernández mientras estaba detenida por el ICE», pero lamentaron que ese video fue «eliminado”.
Hernández, a quien le practicaron tres autopsias tras su muerte, llegó el 9 de mayo del año pasado a la frontera de EE.UU. para pedir asilo, aunque entre 2005 y 2009 entró dos veces ilegalmente al país.
De acuerdo con la primera autopsia, la causa de su deceso se debió a deshidratación tras recibir fuertes golpes.
La segunda autopsia, realizada en noviembre del año pasado, reveló que existían «hematomas profundos» en las manos y el abdomen, evidencia de trauma por fuerza contundente, «indicativo de golpes o patadas, y posible ataque con objetos contundentes».
La hondureña, de 33 años, falleció nueve días después de ser transferida a una unidad dedicada a mujeres transgénero en el Centro Correccional del Condado de Cibola, en Nuevo México, que es operado por CoreCivic, la segunda compañía de prisiones privadas más grande del país.
El pasado abril, un informe de la Oficina del Investigador de Nuevo México sobre la tercera autopsia aseguró que murió por complicaciones del sida.
El informe de las autoridades señala además que Hernández sufrió diversas fracturas en las costillas y el esternón al practicarle la reanimación cardio-pulmonar (CPR, por su sigla en inglés).