Tegucigalpa – La generación de más y mejores empleos que contribuyan a reducir la informalidad laboral es uno de los grandes desafíos de Honduras, donde más de 2,4 millones de personas tienen problemas de trabajo y 8 de cada 10 personas viven en pobreza, señalan este martes expertos consultados por EFE.
«Vemos con mucha preocupación el deterioro del mercado laboral, esto quiere decir que hay personas que están disponibles para trabajar, pero tienen problemas», dijo a EFE la oficial de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Yeny Antúnez.
En Honduras hay 348.513 desempleados, señaló Antúnez, quien mostró su preocupación por el alto número de hondureños trabajando de manera informal, una situación que perpetúa la pobreza.
Crear un mejor clima de inversión
Ocho de cada diez personas en Honduras viven en una situación de pobreza y cinco de ellos en pobreza extrema, enfatizó la oficial de Política Económica del Cohep.
Destacó que el 77 % de los puestos de trabajo están en la informalidad y alrededor de 2 millones de personas están subocupadas, es decir que trabajan más horas de las que querían y ganan menos de lo que establece la ley.
Según la empresa privada, la informalidad representa un 44 % del producto interno bruto (PIB) de Honduras, lo que significa unos 300.000 millones de lempiras (12.155 millones de dólares).
En Honduras, uno de los países más desiguales de la región, la informalidad afecta más a las mujeres y los jóvenes, quienes acceden a empleos precarios, señaló la experta, que cree que el país centroamericano necesita crear al menos 120.000 puestos de trabajo cada año y que los trabajadores del sector informal pasen a la formalidad.
Para ello, considera necesario mejorar «el clima de inversión» en Honduras para aumentar «la confianza» de los inversionistas y puedan generar empleo en el país.
Unas 59.000 personas perdieron su trabajo en 2022 como consecuencia de la crisis económica que atraviesa el país a causa de la pandemia de la covid-19, fenómenos climáticos y la alta inflación, que el año pasado llegó al 9,8 %, según cifras oficiales.
Las nefastas cifras de subempleo
Honduras tiene el «gran reto y desafío» de generar empleo a través de políticas públicas que permitan regular o fomentar regímenes especiales, dijo a EFE el economista hondureño Ismael Zepeda.
En los últimos años los puestos de trabajo creados en Honduras «no han sido de calidad» y, por ello, el país tiene «cifras tan nefastas» en la tasa de subempleo, que superan el 60 % de su fuerza laboral, que en 2022 sumó un poco más de 4 millones de personas, señaló.
El subempleo es un problema estructural de Honduras que no ha sido considerado en las políticas laborales, por lo que la tasa de subutilización de la fuerza laboral ha aumentado en los últimos años, coinciden los expertos.
Zepeda ve «difícil» que el país pueda reducir la informalidad laboral, sino promueve el trabajo formal y estimula las empresas, principalmente las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que generan más del 70 % de los empleos en Honduras.
«Con las complicaciones del país, difícilmente puede bajar la informalidad (…), la población lo único que tiene es irse a la informalidad, sino es que ya está agarrando maletas para emigrar hacia Estados Unidos o España», enfatizó.
Para el economista, el Gobierno debe impulsar la formalización laboral, simplificar los trámites administrativos para que los emprendedores tengan facilidades en la apertura de un negocio y atraer más inversión para crear más empleos de calidad.