Tegucigalpa (Proceso Digital / Por Lilian Bonilla) – El cierre de escuelas y colegios por la pandemia del COVID-19 mantiene a los niños y jóvenes prácticamente en aislamiento social, situación que genera preocupación por la afectación que puede causar en la salud mental y física, además del indiscutible retraso en el aprendizaje académico que representa una pandemia gravísima para Honduras.

– Expertos prevén consecuencias en la salud física y mental de los menores

– Relaciones entre pares pérdidas, son irrecuperables

– Plataformas virtuales, no permiten acercamiento entre docentes y estudiantes

– Desde ya son necesarios los estudios para ver el grado de afectación en niños y jóvenes e intervenir antes de que sea demasiado tarde.

Este país es de los pocos que aún mantienen las escuelas cerradas, lo que prolonga el aislamiento de los niños y ya en la actualidad maestros, pediatras y psicólogos dan una voz de alerta por el potencial impacto que puede tener el aislamiento prolongado en la salud mental de los menores.

Hay pocos estudios al respecto, sin embargo, los especialistas a nivel mundial ya se encaminan a realizar investigaciones científicas que pueden evidenciar el grado de afectación y sobre todo cómo prevenir daños irreversibles.

Porque lo que sí es claro y comprobado coinciden los especialistas, es la conexión que existe entre tener buenas interacciones de pares y el bienestar social y emocional, sobre todo en la infancia.

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