Tegucigalpa – Decenas de vendedores fueron desalojados este lunes en Honduras por desobedecer el toque de queda absoluto impuesto para enfrentar el coronavirus en el país, donde el fin de semana fueron detenidas 219 personas y 14 inmigrantes retornados se escaparon de un centro donde fueron puestos en cuarentena.
En Tegucigalpa, los vendedores instalaron sus habituales puestos en las afueras de los mercados y varios barrios, pero la Policía Nacional los desalojó por violar el toque de queda impuesto el pasado lunes por el Gobierno.
Muchos vendedores indicaron que han salido a vender sus productos, en mayoría alimentos, por la necesidad de la población de llevar comida a sus hogares y la de ellos mismos por conseguir dinero.
«Salí a vender verduras para que la gente tenga que llevar a su casa y así yo ganó un dinerito para comprar arroz y fríjoles para mis hijos», indicó a periodista una de las vendedores.
La mujer, que se identificó como María González, dijo que sabe que «es peligroso» salir de su casa, pero que lo hace porque no tiene comida para darle a sus hijos, aunque reconoce que debe tomar medidas de prevención para evitar cualquier contagio.
El Gobierno de Honduras estableció el toque de queda absoluto desde el pasado lunes para tratar de frenar la propagación del COVID-19, que hasta ayer afectaba a 27 personas en el país, que está en emergencia sanitaria.
DETENIDOS
Las fuerzas de seguridad detuvieron el fin de semana a 219 personas en diferentes puntos del país por desobedecer la disposición y decomisaron 317 vehículos, indicó la Policía de Honduras.
Las personas fueron detenidas porque «no justificaron su movilización en la vía pública», señaló la Policía hondureña, que precisó que entre los vehículos decomisados hay particulares, taxis, mototaxis, motocicletas, lanchas y tricimotos.
Las fuerzas del orden decomisaron el fin de semana alrededor de 350 licencias de conducir, por lo que los conductores deben pagar una multa de 600 lempiras (unos 24 dólares) y si reincide se le cancelará la licencia por seis meses, según las autoridades.
Efe ha constatado en Tegucigalpa que las autoridades implementan controles de tránsito para evitar la circulación de la gente que no está autorizada a hacerlo.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo la víspera en cadena nacional que la lucha contra el coronavirus en su país no ha sido fácil, pero que «lo más difícil está por venir», por lo que volvió a pedir a la población que se quede en casa.
El COVID-19 tiene «de rodillas al mundo», subrayó el gobernante, quien exhortó a los hondureños a aprender de lo ocurrido en Europa y Estados Unidos para evitar el avance del COVID-19 en el país centroamericano.
MIGRANTES FUGADOS
Los cuerpos de seguridad continúan la búsqueda de catorce migrantes que se fugaron de un centro donde fueron puestos en cuarentena este domingo tras llegar a San Pedro Sula, en el norte de Honduras, deportados de Estados Unidos.
Estos inmigrantes forman parte del grupo de 41 que el domingo se fugaron de un centro habilitado para cuarentena, y posteriormente 27 de ellos fueron localizados por los cuerpos de seguridad, según la Policía Nacional.
El portavoz de la Policía en San Pedro Sula, Marlon Miranda, dijo a periodistas que los otros inmigrantes retornados permanecen en cuarentena, aunque ninguno presenta síntomas de coronavirus.
Un total de 29 hondureños que estaban en Colombia regresaron ayer al país, donde fueron puestos en cuarentena durante 14 días, informó a Efe la embajadora de Honduras en Nicaragua, Diana Valladares.
Los hondureños ingresaron al país por la aduana Las Manos, fronteriza con Nicaragua, adonde llegaron ayer en un vuelo de la aerolínea panameña Copa Airlines.
El Gobierno hondureño continúa entregando raciones de alimentos a familias pobres, mientras la Alcaldía de Tegucigalpa sigue con jornadas de limpieza en los diferentes mercados de la ciudad.