Miami – Las niñas hondureñas Valeria y Mariana, de 11 meses y 5 años, respectivamente, y que semanas atrás fueron halladas con otras tres menores en la frontera sur de Estados Unidos, se encuentran con una tía en Miami (Florida), informaron este martes medios locales.
Las cinco menores, la mayor de las cuales tiene 7 años, fueron encontradas abandonadas el pasado mes en un rancho de Texas y fueron puestas a disposición de las autoridades migratorias, que señalaron en su momento que ninguna de ellas requirió atención médica.
Al cabo de 18 días en un albergue para menores indocumentados no acompañados en Texas, Valeria y Mariana finalmente se reunieron el domingo en Miami con su tía Yolanda Sánchez, al cuidado de la cual se quedarán hasta que sus progenitores puedan resolver su situación migratoria.
Los padres, Edixon Padilla, de 23 años, y Daisy Sánchez, de 21, que están en Estados Unidos desde hace casi un mes, tuvieron el lunes su primera videollamada con sus hijas, informó la cadena Telemundo.
Desde una ubicación no revelada, los padres dieron una entrevista a la cadena hispana en la que explicaron las razones por las que decidieron tomar la arriesgada decisión de mandar a sus hijas a cruzar la frontera solas.
«A mí no me gustaría que mis hijas se quedaran como yo: no tengo estudios, no tengo nada. Yo quiero que mis hijas sean alguien en la vida, tengan una carrera, trabajen», dijo la madre, quien confesó que no se arrepiente de haber dejado sola a su bebé de 11 meses y quien este jueves cumplirá un año.
«Yo sé que ellas quedaron con comida, con agua, con leche. Todo allí lo tenían y hasta arropadas con una cobija, con sus suéteres, todo», manifestó por su parte el padre.
Ambos relataron que la mujer y sus hijas habían intentado en otras tres ocasiones cruzar la frontera, pero habían sido detenidas por las autoridades migratorias estadounidenses y devueltas a México.
En la última tentativa, delincuentes en México las secuestraron a punta de pistola, tal como relató la joven madre.
Fue ahí cuando para el cuarto intento los progenitores decidieron enviar a sus hijas junto a otras tres primas a que cruzaran solas la frontera, con todo lo necesario para sobrevivir hasta que fueran encontradas, mientras ellos lo hacían aparte por otra ruta.
El hallazgo de las cinco menores se convirtió en un nuevo símbolo del drama de la migración de menores centroamericanos no acompañados por la frontera sur de EE.UU., escapando de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
Los padres esperan poder reunirse pronto con sus hijas a través de la ayuda de organizaciones a favor de los inmigrantes.
«Con su tía van a estar bien, aunque en lo mental, en lo psicológico, es mejor que estén con sus padres», admitió Padilla.
En mayo pasado, el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, dijo que la cantidad de migrantes no acompañados detenidos en la frontera había disminuido drásticamente después de haber registrado este año niveles récord en comparación con las últimas dos décadas.