Washington – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó este miércoles a su Gobierno que niegue el desembolso de fondos de dos programas públicos a las residencias de ancianos que no requieran que su personal esté vacunado contra la covid-19.
La medida, anunciada por la Casa Blanca en un comunicado, supone la primera vez que amenaza con retener fondos federales con el objetivo de conseguir que más gente se vacune.
En concreto, el presidente pidió al Departamento de Salud de EE.UU. que redacte una nueva norma según la cual la vacunación de todos sus empleados será una condición para que las residencias de ancianos reciban fondos de los programas de seguros médicos subvencionados Medicare y Medicaid.
Eso afectará a más de 15.000 residencias de ancianos en las que trabajan unos 1,3 millones de empleados y viven aproximadamente 1,6 millones de personas que necesitan atención, indicó la Casa Blanca.
Alrededor del 40 % de los empleados de esas residencias no están vacunados, según datos oficiales citados por la cadena CNN.
La nueva norma podría entrar en vigor el próximo mes, pero el Gobierno de Biden trabajará con las residencias, su personal y los sindicatos para acelerar la vacunación de esos trabajadores antes de que la regla se haga efectiva, indicó CNN.
«Con la expansión de la variante delta y la amenaza del auge en los casos de covid, es especialmente importante que aseguremos que aquellos que cuidan a los más vulnerables están vacunados», afirmó a esa cadena una integrante del equipo de respuesta a la pandemia de la Casa Blanca, Carole Johnson.
La variante delta ya supone el 99 % de los casos de covid-19 en Estados Unidos, y los datos muestran que, en las residencias donde las tasas de vacunación de los empleados son menores, están aumentando los contagios entre los ancianos a los que atienden, aseguró la Casa Blanca.
Además, Biden pedirá este miércoles al secretario de Educación de EE.UU., Miguel Cardona, que «use todas las herramientas disponibles» para asegurar que los gobernadores estatales y otros líderes no interfieren con un regreso seguro a las clases de los alumnos, dijo la Casa Blanca, sin dar más detalles.
A finales de julio, Biden anunció además que obligaría a los 4 millones de trabajadores de su Gobierno a demostrar que están vacunados si no quieren someterse a pruebas de covid-19 regularmente, y muchas compañías privadas del país han seguido su ejemplo.
El Pentágono también aseguró que ordenará a todos sus soldados en activo vacunarse contra la covid-19 a partir de septiembre.
El 50,9 % de la población estadounidense ha recibido la pauta completa de las vacunas contra la covid-19, un porcentaje que aumenta al 59,5 % si se tienen solo en cuenta los mayores de 12 años, los únicos autorizados a recibir esa inmunización por las autoridades sanitarias del país.