Este paquete de ayuda de Washington se produce en un momento dulce en la relación con Pekín después de los estragos de la guerra comercial que enfrenta a los dos países desde 2018. EFE/Wu Hong

Washington – El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, anunció este viernes 100 millones de dólares para ayudar a China y a otros países a luchar y combatir la propagación del coronavirus, que ha causado más de 630 muertos en el gigante asiático.

«EE.UU. está anunciando que está preparado para gastar 100 millones de dólares en asistencia a China y a otros países impactados, tanto directamente como a través de organizaciones multilaterales, para contener y combatir el coronavirus», anunció Pompeo en un comunicado.

El titular de Exteriores, además, aseguró que esta semana el Departamento de Estado ha ayudado a transportar a China casi 17,8 toneladas de material médico, desde máscaras hasta batas o gasas.

«EE.UU. es y seguirá siendo el donante más generoso del mundo. Animamos al resto del mundo a que siga nuestro compromiso. Trabajando juntos podemos lograr un profundo impacto para contener esta creciente amenaza», subrayó Pompeo.

Este paquete de ayuda de Washington se produce en un momento dulce en la relación con Pekín después de los estragos de la guerra comercial que enfrenta a los dos países desde 2018.

Hoy mismo, el presidente estadounidense, Donald Trump, respaldó en Twitter el «liderazgo» que, en su opinión, mantiene su homólogo chino, Xi Jinping, en la lucha contra la epidemia generada por el coronavirus y aseguró que su labor «será muy exitosa».

Algunos medios han afirmado en los últimos días que la capacidad del gigante asiático para cumplir con los compromisos adquiridos en ese acuerdo iba a verse en entredicho por los daños que la economía china puede sufrir debido de la enfermedad, que hasta el momento ha dejado 636 muertos y más de 31.000 casos.

Este mismo viernes, la Reserva Federal advirtió de posibles riesgos económicos debido a la expansión del coronavirus surgido en China, aunque aseguró que se han disipado otros factores que amenazaban con una mayor desaceleración en Estados Unidos este año.