Tegucigalpa – El envío de remesas familiares a Honduras creció un 12,8 % en enero respecto al mismo mes de 2019, al pasar de 372,2 millones de dólares a 420 millones, informó este jueves el Banco Central del país (BCH).
Las remesas enviadas al país centroamericano, principalmente desde Estados Unidos, aumentaron 47,8 millones de dólares con relación a enero de 2019, indicó el Banco Central de Honduras (BCH) en un informe.
El 89,6 % de las remesas procede de los inmigrantes hondureños en Estados Unidos; un 2,5 %, llegó desde Canadá; un 2,5 % de España; un 1,7 % de México, y el restante 3,7 % desde Costa Rica, Italia, Macedonia y Panamá, según el Banco Central.
Las madres en Honduras son las principales receptoras de remesas (35.7 %), seguido de los hermanos (18,8 %), ambos padres (11,6 %) y los hijos (10,2 %), agregó.
En Estados Unidos, según estimaciones oficiales, viven más de un millón de hondureños, la mayoría de ellos en condición irregular.
El envío de remesas familiares de hondureños que viven en el exterior ha ido en constante crecimiento en los últimos años, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
De los 2.529,7 millones de dólares que Honduras recibió en 2010 pasó a más de 4.860 millones de dólares durante 2018.
El año pasado, además, se batió la cifra de más de 5.500 millones de dólares.
Las remesas se han constituido desde finales de 1998, cuando miles de hondureños emigraron tras el devastador paso del huracán Mitch por Centroamérica, en uno de los principales sustentos de muchas familias de este país.
Las remesas representan alrededor del 20 % del producto interno bruto (PIB) y son una fuente importante de divisas de Honduras, por encima de las exportaciones como el café, los productos de la maquila, el camarón y otros.
Las autoridades económicas de Honduras se han fijado como meta que las remesas en 2020 superen los 4.000 millones de dólares.
La migración a EE.UU. desde los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) se ha incrementado en los últimos años.
Cientos de centroamericanos -en su mayoría hondureños y salvadoreños- abandonaron su país en enero pasado en distintas caravanas con el afán de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo.