Cádiz – El hondureño Anthony Rubén ‘Choco’ Lozano ha afinado el gatillo del gol y, con un doblete que le dio al Cádiz el triunfo el sábado ante al Real Oviedo (2-0), acerca al Cádiz a la gloria y podría haber puesto este fin de semana la casi definitiva pica en Flandes para el ascenso de su equipo a Primera División.

El Choco Lozano, nacido hace 27 años en Yoro (Honduras), llegó al Cádiz el verano pasado cedido por el Girona y, con dos goles de mucho peso en el estadio Ramón de Carranza en esta trigésima octava jornada de LaLiga SmartBank, le ha dado tranquilidad a su equipo en la pugna por regresar a la máxima categoría del fútbol español.

Con 66 puntos, el conjunto adiestrado por Álvaro Cervera veía amenazado su liderato antes de recibir al Oviedo por sus inmediatos perseguidores, Huesca y Real Zaragoza, a los que ahora aventaja en 5 puntos tras perder este domingo los oscenses con el Deportivo de La Coruña (2-1) y a falta del Zaragoza-Rayo Vallecano de este lunes.

El primero de los dos tantos anotados por el delantero hondureño fue una muestra de velocidad, al seguir la jugada de su compañero uruguayo Luis Alfonso Espino, y también de anticipación, para llegar al primer palo antes que defensas y portero y batir así al guardameta adversario en el epílogo de la primera parte.

En el segundo, cuando se llevaban jugados cinco minutos de la reanudación, sacó a relucir su astucia, al estar rápido y concentrado para aprovechar el error de un zaguero rival y no dar opción a la rectificación en el contrincante.

Situado en boca de área, como los siempre ansiados y alabados ‘cazagoles’, el Choco Lozano marcó de nuevo para el equipo amarillo y terminó por hundir al Oviedo.

Es la primera vez en la temporada que el hondureño anota dos goles en un partido, con lo que suma nueve en treinta encuentros jugados con la camiseta del Cádiz, club al que le restan cuatro jornadas para intentar certificar un ascenso que se veía seguro en una primera vuelta inmaculada y que se le había atascado desde el retorno de la competición.

Las rentas del principio, que habían mantenido al Cádiz con vida en la segunda vuelta, han sido reverdecidas por el internacional con Honduras.

Formado de niño en el Marathón y el Platense Junior, hasta fichar por el Olimpia, dio el salto a España en 2011 al contratarlo con 18 años el Valencia, que lo cedió al Alcoyano antes de pasar al filial valencianista, tras lo que retornó a su país para jugar de nuevo en el club de Tegucigalpa.

De vuelta en España, al ser cedido en 2015 al Tenerife, con el que marcó diez dianas en cada una de las dos temporadas que estuvo en el equipo canario, lo que le sirvió para fichar en el verano de 2017 por el FC Barcelona para su filial.

Lozano jugó la pasada temporada en Primera División en el Girona sin lograr grandes números, hasta que se ha reencontrado con el gol en el conjunto gaditano con una eficacia probada.

En una campaña con mucha competencia en la delantera cadista, el Choco es el ariete que mejor se adapta al juego del Cádiz, tiene cuerpo de delantero centro y se mueve como requieren los entrenadores que gustan del juego de espaldas.

Además, también enfila en carrera con piernas rápidas un balón al espacio o cae a las bandas para asumir el papel del extremo cuando lo requiere una jugada.

Su gran virtud es el remate, tanto de pies como con la cabeza, y ahora, después de un tiempo con la pólvora seca, parece haber vuelto a afinar el gatillo del gol en el momento más oportuno.