Washington – El Senado aprobó este jueves el nuevo tratado de libre comercio con México y Canadá, conocido como T-MEC (USMCA en inglés), en un éxito para el presidente Donald Trump, ya que fue una de sus principales promesas electorales.
Por 89 votos a favor y 10 en contra, el Senado se sumó a la Cámara de Representantes, que ya dio su visto bueno en diciembre al pacto.
Para entrar en vigor, el acuerdo sólo requiere ahora de la firma de Trump, que se espera se produzca la semana próxima, así como la ratificación por parte del Parlamento de Canadá, ya que las autoridades mexicanas ya le dieron su visto bueno en junio de 2019.
El Senado aceleró la votación del nuevo acuerdo comercial para evitar que se le juntara con el juicio político al presidente Donald Trump que está previsto que comience el próximo martes.
Los senadores comenzaron el debate del acuerdo en la tarde del miércoles mientras la Cámara de Representantes estaba enviando al Senado los cargos contra el mandatario, el primer paso en un proceso que tiene pocos visos de acabar en su destitución dada la mayoría que tienen los republicanos en la Cámara Alta.
Después de meses de negociaciones y retrasos, la Cámara de Representantes había dado su visto bueno al acuerdo comercial en diciembre con el apoyo de la mayoría demócrata, que había exigido la inclusión de protecciones a las leyes laborales y al medio ambiente en el texto del T-MEC.
«Todos los ojos estarán puestos en Canadá para que haga rápidamente su trabajo», aseguró durante el debate del miércoles el senador republicano Chuck Grassley, uno de los más firmes defensores del nuevo acuerdo.
Se espera que la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense vote sobre el pacto cuando retome sus tareas a finales de mes.
El T-MEC es fruto de un proceso de renegociación del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se firmó en 1994, a iniciativa de Trump, que consideraba obsoleto dicho acuerdo.
Los tres países firmantes del TLCAN rubricaron el T-MEC en noviembre de 2018, pero el proceso de ratificación se alargó más de un año en Estados Unidos debido a las exigencias de los demócratas de los principales sindicatos del país sobre las garantías de aplicación de los estándares medioambientales y laborales.
En diciembre pasado, Trump acordó con la oposición una nueva versión del T-MEC que la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, definió como «una victoria para los trabajadores estadounidenses».
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó en la capital mexicana esa nueva versión con el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland.