Zitácuaro (México).- Huyendo de las fuertes heladas de Canadá y Estados Unidos, las mariposas monarca realizan un viaje de 4.200 kilómetros en el que polinizan millones de flores hasta llegar a los bosques de México, brindando un servicio invaluable al planeta entero.
Una vez llegan a los santuarios ubicados en el límite de los estados de México y Michoacán, estos bosques les devuelven el favor cobijándolas durante todo el invierno, una estancia de varios meses que muchos turistas aprovechan para observar los bellos e incontables aleteos del lepidóptero en mitad del paisaje boscoso.
Durante una visita a la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, en Michoacán, el director del programa de ecosistemas terrestres del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Eduardo Rendón, aseguró a Efe que el valor del servicio ecosistémico de la monarca es «incalculable».
«Millones de ellas vinieron pasando por los ecosistemas de Canadá y Estados Unidos visitando plantas con flores, lo que significa que vinieron haciendo el servicio ecosistémico de la polinización», explicó el biólogo.
Los científicos se encuentran ahora «tratando de determinar qué tipo de plantas utilizan ellas durante su viaje» para poder precisar la magnitud de la función ecológica de este fenómeno migratorio, «el más impresionante de los insectos en cuanto a distancia».
Este año, por los monitoreos que se han realizado durante la migración, se estima que arribarán más mariposas a México que en el periodo anterior, uno de los más bajos de los últimos años.
«El año pasado tuvimos 2,48 hectáreas de bosques ocupadas por las mariposas en todos los sitios de hibernación, y eso representaba una disminución del 40 % respecto a la temporada anterior; pero lo que vimos este año con la monitorización de la migración es que vienen más mariposas», aseguró.
En el santuario ubicado en el ejido de El Rosario -al que se accede a lomos de caballo- las mariposas salen a volar cuando el sol tiñe los bosques y se les puede ver moverse como mecidas por una ventisca en lo alto de la montaña.
Este insecto también tiene fuertes connotaciones simbólicas para las cinco culturas indígenas que confluyen en la zona: tarasca, nahua, matlalzinca, mazahua y otomí.
«Los otomíes y los mazahuas los relacionan con la llegada del Día de Muertos y piensan que son las almas de la gente que está regresando con la gente de la Tierra; son las almas de sus muertos», contó el biólogo.
En cambio, los tarascos las llaman «las cosechadoras», pues relacionan su llegada con el tiempo de la cosecha.
Los bosques en los que habita la «Danaus plexippus» en México tienen una importancia vital, pues son parte de las cuencas captadoras del agua que a través del Sistema Cutzamala surten del líquido a 4,1 millones de personas en Ciudad de México y el Estado de México.
Estos bosques llenos de oyameles presentan un buen estado de conservación a ojos de Rendón, aun después de que en marzo de 2016 una tormenta en la zona núcleo de la reserva derribara cerca de 22.000 árboles que ahora se están tratando de reponer.
«Estamos trabajando para seguir conservando con el apoyo de todos los ejidatarios y el Gobierno, que también nos ha dado apoyo», dijo a Efe el comisario del ejido El Rosario, Miguel Ángel Cruz.
Además de la mencionada reforestación, los trabajadores realizan labores de mantenimiento y cuidado del bosque, y vigilan que no se realicen talas clandestinas.
Según datos de WWF México, desde 2009 se ha logrado una reducción significativa de la tala clandestina gracias al compromiso de los ejidos (terrenos comunales) y comunidades indígenas, los esfuerzos de vigilancia y el pago por servicios ambientales.
La degradación de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca en México disminuyó 57 % durante el último año, pasando de 15,8 hectáreas afectadas a solo 6,7.
Cruz reconoce que, después de toda una vida observando a las mariposas volar, todavía se sigue sorprendiendo con un fenómeno «como pocos en el mundo».
Esta especie emblemática de Norteamérica, la cual suele vivir unos ocho meses, dejará los bosques mexicanos en marzo habiendo ayudado indirectamente a que los bosques sean cuidados para favorecer el ecoturismo.
El año próximo, nuevas monarcas volverán a iniciar su periplo desde Canadá