Londres.– La londinense Shamima Begum, que en 2015 huyó a Siria con dos compañeras de instituto para unirse al Estado Islámico (EI), no podrá regresar al Reino Unido para recurrir la decisión del Gobierno de retirarle la nacionalidad británica, dictaminó este viernes el Tribunal Supremo.

La corte, la máxima instancia judicial del país, se pronunció a favor del Ejecutivo conservador, que recurrió un dictamen emitido en julio por el tribunal de Apelaciones, que había autorizado a Begum a regresar a territorio británico para tramitar su juicio -que ahora quedará pospuesto-.

El gobierno revocó la nacionalidad a la joven, que ahora tiene 21 años, «por motivos de seguridad», cuando ésta fue hallada en febrero de 2019 en un campo de refugiados sirio, embarazada de nueve meses.

También rechazó que volviera al Reino Unido a fin de recurrir esa decisión, con el argumento, aceptado hoy por el Supremo, de que ello crearía «riesgos significativos de seguridad nacional» y expondría a los británicos a «un mayor riesgo de terrorismo».

Al presentar el dictamen de este viernes, el juez Robert Reed indicó que, dado que no se considera «seguro» que la joven regrese, el juicio para reclamar su nacionalidad debe ser aplazado de forma indefinida.

«La respuesta apropiada al problema en el presente caso es que el juicio sobre la privación (de nacionalidad) sea pospuesto hasta que Begum esté en posición de desempeñar una parte efectiva en el mismo sin poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos», afirmó el magistrado.

El juez admitió que «no es una solución perfecta, ya que no se sabe cuánto tiempo pasará hasta que eso sea posible» e incidió en que «no hay una solución perfecta para un dilema de esta clase».

En el fallo, el magistrado del Supremo reconoce que la negación de nacionalidad «puede tener graves consecuencias para la persona en cuestión», pues, aunque no queda apátrida, «tiene poca conexión real» con la otra nacionalidad a la que tiene acceso, la de Bangladesh.

Nacida y criada en el Reino Unido, Shamima Begum vive actualmente en un campo de refugiados en el norte de Siria, donde dice que se casó con el musulmán converso holandés Yago Riedjik y tuvo tres hijos, todos los cuales han fallecido.

El 17 de febrero de 2015, Begum, con 15 años, y sus amigas Kadiza Sultana, de 16, y Amira Abase, también de 15, las tres alumnas de un instituto del este de Londres, volaron desde la capital británica a Estambul para pasar de ahí a Siria y unirse al grupo yihadista, en un caso que conmocionó al Reino Unido.

En febrero de 2019, la joven, entonces embarazada de su tercer hijo -que eventualmente moriría, como los otros dos- y con su marido en prisión, declaró en una entrevista a un corresponsal de «The Times» que quería regresar al Reino Unido.

Según informaciones periodísticas, su amiga Kadiza Sultana murió en Siria en un ataque aéreo de las fuerzas rusas en apoyo al Gobierno sirio, y Amira Abase, que se casó con un yihadista de origen australiano, podría seguir viva.