Laura Chinchilla expresidenta de Costa Rica (2010-2014) durante un conversatorio en el marco del Encuentro Ciudadano de la Fundación Libertad y Desarrollo, este miércoles, en un hotel de la Ciudad de Guatemala (Guatemala). El encuentro reunió a varios expresidentes y líderes de la región para hablar sobre la integración regional. EFE/ Esteban Biba

Guatemala – Una decena de expresidentes iberoamericanos promovieron este miércoles en Guatemala, junto al gobernante local, Alejandro Giammattei, y otros líderes de la región la creación de una Comunidad Económica Centroamericana.

La iniciativa busca impulsar el desarrollo integral de la región, consolidar a Centroamérica como una economía regional «eficiente y competitiva», facilitar los consensos y, principalmente, aprovechar el capital humano que, sumando Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, alcanza casi 50 millones de personas.

La actividad, convocada por el magnate guatemalteco Dionisio Gutiérrez, presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo, reunió en un exclusivo hotel de Ciudad de Guatemala a Giammattei y a los exmandatarios José María Aznar (España), Andrés Pastrana (Colombia), Felipe Calderón (México), José Figueres y Laura Chinchilla (Costa Rica).

Además, participaron también en distintos paneles los expresidentes Mauricio Macri (Argentina), Luis Lacalle (Uruguay), Jamil Mahuad (Ecuador), Miguel Rodríguez (Costa Rica) y Jorge Quiroga (Bolivia); así como otros exfuncionarios estadounidenses y líderes de opinión como el venezolano Moisés Naim.

OPORTUNIDADES DE LA REGIÓN

Los exmandatarios razonaron desde su experiencia acerca de la integración y valoraron la oportunidad que tiene el istmo, como el «bono demográfico» al que se refirió Chinchilla, la única mujer entre los panelistas.

«No podemos seguir construyendo economías sobre las bases de remesas, obra barata. En los próximos 10 años entrará un contingente de mejora en la fuerza laboral y esa es nuestra oportunidad como región», enfatizó la exmandataria costarricense entre 2010 y 2014.

Macri, que el pasado 10 de diciembre entregó el mando argentino al kirchnerista Alberto Fernández, subrayó que el desafío más grande de la región -y del sur del continente también- es «el populismo», al que calificó incluso «más peligroso que el Coronavirus», ya que «compromete e hipoteca el desarrollo y el futuro básico de las comunidades».

Macri apostó por la unión de «fuerzas» que se consoliden en una misma dirección y sostuvo que los países «aislados no tenemos futuro, tenemos que integrarnos y tenemos enorme futuro si nos animamos a serlo».

Una unión que debe ser «estructural de las naciones» y «no depender de los gobiernos» de turno, como sucedió con el Mercado Común del Sur (Mercosur), como matizó uno de los fundadores de dicho proceso de integración Luis Alberto Lacalle, exgobernante de Uruguay (1990-1995).

Para que un esfuerzo como la llamada Comunidad Económica Centroamericana tenga éxito, el expresidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002), en cuyo mandato se implementó el Plan Colombia para combatir al narcotráfico, exigió una respuesta mayor de EE.UU. y de Europa como «responsables» junto a Latinoamérica de la crisis de violencia y de salud a causa del narcotráfico.

Por su parte, el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, aseguró que la integración de los siete países de la región le corresponde no a él, como lo sugirió durante su pronunciamiento el expresidente costarricense José María Figueres, sino que es una tarea de «los hombres y mujeres que queremos una Guatemala diferente, quienes necesitamos una Centroamérica diferente».

Giammattei dijo que esta es una «oportunidad histórica» y que «si no nos unimos hoy, mañana va a ser tarde», por lo que pidió «enfrentarse al futuro con la certeza de poder enfrentarnos a este mundo».

Finalmente, el presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo, el organizador del V Encuentro Ciudadano con los diez exmandatarios iberoamericanos, el magnate Dionisio Gutiérrez, dijo en la apertura de la actividad que el «2020 es el año en que la historia y el destino nos pide que los centroamericanos seamos el ejemplo de cambio y transformación» y clamó por levantar «la bandera de la unión centroamericana».

Durante las más de cuatro horas de actividad se desarrollaron cuatro paneles que giraron en torno a las experiencias para establecer una ruta hacia la Comunidad Económica Centroamericana, los «dramas, oportunidades, desafíos y soluciones» de la región y de la amenaza a la seguridad hemisférica, donde participó el secretario adjunto de Antinarcóticos del Departamento de Estado de EE.UU., Richard Glenn.