Tucson (AZ) – La hija y la madre del hispano Carlos Adrián Ingram López, quien murió esposado mientras se encontraba bajo custodia de la Policía de Tucson (TPD) recibirán 2,9 millones de dólares como parte de un acuerdo legal con la ciudad.
“Este acuerdo es el mejor resultado que pudimos tener debido las circunstancias. Le da a la familia la oportunidad de cerrar un doloroso capítulo en sus vidas y poder seguir adelante”, dijo hoy a Efe Ted Schmidt, abogado que representa a la hija de dos años de Ingram López.
Indicó que sin duda este caso ya ha causado un fuerte impacto dentro de la comunidad y cambios substanciales dentro del TPD, que incluyen la formación de un grupo especial que evaluará la forma en que el departamento opera y sobre todo cómo maneja los casos donde muere una persona mientras está bajo custodia.
También se busca quitar el poder que tienen las comisiones integradas en gran parte por expolicías de cambiar las órdenes de despido emitidas por los jefes de policía en casos donde se investiga la conducta de oficiales.
“Este es un serio problema no solo en Tucson, sino en todo el país», dijo el abogado.
El acuerdo legal deberá ser aprobado por una corte en los próximos 60 días.
La familia había presentado originalmente dos demandas en contra de la ciudad, una en nombre de la hija de Ingram López por 19 millones y otra en nombre la madre por 27 millones.
El acuerdo legal evitará el juicio y que la familia tenga que escuchar testimonios sobre cómo falleció el hispano, que a su muerte tenía 27 años.
Ingram López falleció el pasado 21 de abril cuando el TPD recibió una llamada de emergencia de la abuela que indicaba que su nieto actuaba de “forma extraña”.
En imágenes de un vídeo dado a conocer dos meses después de su muerte se puede ver cómo los agentes entran a la casa del joven y lo encuentran desnudo. Lo siguen hasta la cochera, lo inmovilizan y lo esposan con la cara contra el piso.
Por 12 minutos se escucha la voz de Ingram López pidiendo perdón y en múltiples ocasiones pide agua, y tanto en inglés como en español repite “Nana Ayúdame”.
Los agentes lo cubren con varias mantas de pies a cabeza hasta que uno de ellos se percata que ya no se mueve. Es cuando tratan de darle primeros auxilios y llaman a los paramédicos.
El médico forense determinó que el hispano murió de un paro cardiaco y que tenia cocaína en su sistema, pero la causa de la muerte no fue determinada.
El pasado mes de septiembre la Fiscalía del Condado Pima anunció que no presentará cargos contra ninguno de los oficiales involucrados en este caso.