Personas hacen fila en sus autos para obtener el servicio de prueba de COVID-19 de la Guardia Nacional del Ejército de Florida asociado con la Ciudad de Miami Beach y el Departamento de Salud de Florida, en el Centro de Convenciones de Miami Beach en Miami Beach, Florida, EE.UU., este lunes 6 de julio de 2020. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA

Miami – Tras la resaca del fin de semana del 4 de julio, las autoridades de Florida informaron de 6.336 nuevos casos de COVID-19 y 47 fallecidos por el virus en las últimas 24 horas, una situación que comienza a poner en jaque a algunos de los condados más pequeños dónde apenas quedan camas de UCI disponibles.

Después de dos días seguidos en los que se superaron los más de 10.000 casos diarios por fin hubo un respiro en el ritmo de propagación de la enfermedad en este estado, que se ha convertido en uno de los nuevos focos del contagio en Estados Unidos en medio de su reapertura económica.

Con los casos contabilizados hoy son 206.447 las personas infectadas y 3.880 las fallecidos desde el 1 de marzo, fecha en que se registró oficialmente el primer caso.

La incidencia de la COVID-19 es mayor en los condados del sur que en el resto del estado, aunque también en el centro y el suroeste hay focos con casos en aumento.

En Miami-Dade, el epicentro del coronavirus en Florida, los casos aumentaron en 1.981 hasta llegar a 48.992, y en Broward y Palm Beach llegaron a 21.856 y 17.242, con 617 y 406 nuevos, respectivamente.

De acuerdo con las cifras del Departamento de Salud floridano, 150 personas ingresaron en centros sanitarios en las últimas 24 horas.

Algunas regiones comienzan a ver cómo sus hospitales se saturan, sobre todo en pequeños condados como el de Clay o St. Lucie, donde solo hay un 4 % de camas libres en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

En Miami-Dade o Broward, con mucha mayor capacidad hospitalaria, un 23,12 % y un 22,92 % de las camas en los centros médicos están disponibles y si se cuentan solo las camas de UCI, hay un 19,61 % y un 17,56 % libres, respectivamente.

Desde este lunes, algunos centros sanitarios como la red de hospitales del Jackson Health System, han limitado los procedimientos quirúrgicos y solo realizarán aquellos que sean urgentes.

LOS RESTAURANTES VUELVEN A CERRAR

El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, anunció este lunes que desde el próximo miércoles se cerrarán todos los restaurantes (salvo para comida a domicilio o recoger), así como salones de baile, instalaciones para banquetes, gimnasios, lugares para fiestas y alquileres a corto plazo.

«Queremos asegurar que nuestros hospitales continúan teniendo la cantidad de trabajadores necesarios para salvar vidas», dijo Giménez en un comunicado.

La industria de la restauración ha sido una de las más afectadas por la pandemia y esta marcha atrás es «frustrante» para los dueños de restaurantes, como dijo a Efe Florian Tomás, socio de dos establecimientos de comida española en Miami.

Tomás lamenta volver a cerrar cuando empezaban a «ver un poco de luz» y culpa a la «inconsciencia» de la gente más que a una apertura prematura de la economía.

En unas declaraciones a Efe, dice que «la economía tenía que rodar», no podía seguir parada, y que «si la población hubiera respetado las normas, no habríamos llegado a esto».

Tomás, que estuvo enfermo de la COVID-19 y tardó 40 días en recuperarse plenamente, dice que desde que reabrió Las Tapas de Rosa, se ha «pasado el día» diciéndole a la gente que debía ponerse la mascarilla y guardar las distancias.

Se ha encontrado con personas a las que «no le sentaban bien» sus recordatorios y ha «habido de todo», subraya convencido de que hay gente que «no tiene conciencia de lo que es esto y piensa que no le va a tocar».

Por el momento, el alcalde aseguró que permitirá mantener abiertas «varias actividades al aire libre» incluyendo las piscinas en los condominios y hoteles, los campamentos de verano y las guarderías con restricciones en la capacidad y el uso de mascarilla.

Giménez también indicó que las playas, que estuvieron cerradas el fin de semana, volverán a abrir a partir de mañana, pero advirtió de que «si la gente no sigue las normas» se verá obligado a volverlas a cerrar.

El toque de queda en todo el condado se mantendrá hasta nuevo aviso para todos los trabajadores que no sean esenciales o con obligaciones religiosas desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana todos los días.

La experta de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Aileen Marty explicó a la cadena local NBC 6 que esta es una situación derivada de «nuestro comportamiento» y a la que «nos dirigíamos a millones de millas por hora».