Tegucigalpa – El director de Casa Alianza, Guadalupe Ruelas, considera que el flujo de menores migrantes en Honduras, se mantiene fuerte “y no es porque se vayan en caravana, ya que las caravanas dejaron de ser una opción para ellos porque ahora son controladas por los gobiernos”.
“Hay una crisis en la frontera sur de EEUU, por lo que se han tenido que habilitar más espacio para atender niños y niñas que han llegado a la frontera, muchos de ellos son hondureños, se estima que más de 4 mil menores están en el camino”, dijo inicialmente Ruelas.
Según el funcionario “no se sabe dónde están esos menores, que necesitan apoyo gubernamental, es que ahora ellos no se están yendo en caravanas, pues ya no son la única vía para llegar Estados Unidos, porque los gobiernos se han organizado, las controlan y las desintegran”.
Aseguró que ese fenómeno de desintegrar las caravanas, ha generado falta de información sobre los menores migrantes, porque ahora no se saben dónde están y cuál es la ruta que toman, “y lo lamentable es que ellos están llegando a la frontera sur con signos de abuso sexual, trata y maltrato”, afirmó.
Ruelas explicó que los menores más vulnerables a ese tipo de abusos camino a Estados Unidos, son los adolescentes de entre 13 y 17 años, porque ellos se van solos y se convierten en presa fácil para los grupos criminales, paramilitares y narcotráfico.
“Francamente el gobierno no se ha preocupado por ellos, no hay acciones concretas (…); lo único que hacen con el tema es campaña política, antes había más colaboración de varios organismos, pero esos espacios fueron cerrados y hay muy poca información al respecto”, agregó.
Sobre este tema, el Foro Nacional para las Migraciones en Honduras, indica que un menor intenta llegar hacia EEUU de 4 a 6 veces, al respecto Ruelas, opinó que “eso hace a los niños más experimentados, conozcan la ruta migratoria y son quienes incentiva a otros para que tomen el camino”.
En ese sentido, pidió mejorar las políticas de reintegración social, que beneficien a los menores como a las familias emigrantes retornados “porque muy poco se hace para que ellos no se vuelvan a ir de manera irregular, hay desinterés social, político y gubernamental, hay mucha indiferencia”.
Criticó además a los defensores de derechos humanos, porque considera que cuando hay caravanas aparecen para dar entrevistas, “pero que después de eso muy poco se hace para defenderlos, al final lo único que hacen es propaganda; hay muy buenos protocolos en Honduras, pero el problema es que no se cumplen”.