Trípoli– El cuerpo de Guardacostas libio dependiente del Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, interceptó a un total de 14.000 inmigrantes en el Mediterráneo desde el inicio del presente año, informó hoy la agencia de Naciones Unidas para los refugiados ACNUR.

En un comunicado difundido a la prensa, ACNUR aseguró que los guardacostas libios realizaron 104 operaciones en el mar, durante las que recuperaron los cadáveres de un centenar de personas.

De las 14.000 personas interceptadas, más de 2.000 era mujeres y más de 1.300 niños y menores no acompañados, cifras que suponen un incremento del 12 por ciento respecto a las del año 2017 en la que está considerada la ruta migratoria más mortífera del mundo.

Según las estadísticas de ACNUR, 55.000 personas en Libia tienen el estatus de refugiado -en su mayoría procedentes de Palestina e Irak- y demandantes de asilo, estos últimos en su mayoría originarios de Siria y Sudán.

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido los últimos dos años en el principal bastión de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de patrulleras europeas.

Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 171.635 inmigrantes irregulares lograron cruzar a Europa en 2017, mientras que 3.116 desaparecieron en el mar.

Datos publicados por la OIM esta misma semana elevan a 21.609 el número de migrantes que han logrado cruzar con éxito la llamada «ruta central del Mediterráneo» y llegar a Italia y Malta este año, y a 1.261 los que han muerto en el intento.

Según diversas ONG e instituciones internacionales, la mayor parte de los guardacostas libios son antiguos contrabandistas de personas que han sido reciclados con la ayuda económica y logística de Italia y de la Unión Europea (UE).